La Palabra de Dios para tiempos como los que vivimosMuestra

Puede que nuestras oraciones no sean muy fluidas, que nos parezcan poco convincentes. Pero dado que el poder de la oración radica en aquel que la escucha y no en aquel que la pronuncia, nuestras oraciones sí marcan una diferencia.

Max Lucado

SIGUE PREGUNTANDO

Este es un pasaje que nos presenta desafíos; trata del juicio de Dios a dos ciudades. En medio de esto se encuentra Abraham. Al leer este pasaje, ¿te percataste de la persistencia de Abraham? Siguió clamando a Dios, pidiendo que le contestara. El amor de Abraham por sus amigos y familiares era tan profundo que no se dio por vencido en pedir la intervención de Dios. En estos tiempos inciertos, ante la expansión de la pandemia, podemos elegir ser como Abraham. Podemos clamar a Dios a favor de los vulnerables, de nuestros amigos y nuestros familiares. 

No creemos que este virus sea el juicio de Dios al mundo. Pero sí creemos que, al igual que Abraham, podemos ser un pueblo de oración, y un pueblo de acción. 

Acción:

De lo que ve en las noticias, elija un país que conoce poco y que está afectado por el virus. Ore por los líderes, los profesionales de la salud y los enfermos.  

Con tu familia

Si eres niño, ¿puedes pensar en algo que les pides vez tras vez a tus padres? Si eres adulto, ¿recuerdas algo que pedías insistentemente? Conversen al respecto. ¿Cuál fue el resultado de tanto pedir? Abraham le pidió algo seis veces a Dios porque estaba preocupado por algunas personas a quienes amaba. Hoy tenemos la seguridad de saber lo siguiente:

•  A Dios le importa … siempre le importa.

•  Dios escucha … siempre escucha.

•  Cuando parece que no recibimos respuesta a lo que pedimos, Dios no va a tener ningún problema en escuchar cuando persistimos en pedir.

•  Podemos confiar en Dios incluso cuando no podamos comprender.

¿Qué deseas pedirle hoy a Dios? Quizá sea algo que deseen pedir juntos como familia. Anótenlo y colóquenlo en una cajita en la mesa del comedor o algún lugar donde lo vean con frecuencia. Cada vez que se sienten a comer esta semana, que algún miembro de la familia saque el papel de la caja y lo lea, y luego oren juntos por ese pedido. 

Señor, durante estos tiempos de incertidumbre, rogamos por el mundo que sufre. Ten misericordia de nosotros. Amén.