La ley del espíritu de vida en Cristo JesúsMuestra

La vida

El tema que gobierna las Escrituras, desde Génesis hasta Apocalipsis, sin lugar a duda, es la vida. La Biblia introduce el tema de la vida en Génesis y termina hablando del árbol de la vida en Apocalipsis. En el Evangelio según Juan, se considera el tema de la vida por lo menos 58 veces. Cuando estudias este Evangelio, encuentras que trata con los asuntos de la vida. Comienza con el Verbo que se encarnó, el cual estaba con Dios y era Dios, en quien estaba la vida. En el capítulo cinco dice que: como el Padre tiene vida en sí mismo, ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo. En 1 Juan 5:11 dice: y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. Juan 17:3 expresa: y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 

Dios mismo no tiene vida, Él es la vida. Cuando dice que nos ha dado vida, quiere decir que Él nos ha dado su misma esencia, que se ha impartido en nosotros, que lo recibimos cuando por la fe aceptamos la obra de la cruz. No es un conjunto de doctrinas, sino es Alguien, Jesucristo el Hijo de Dios, Quien es la vida eterna. La vida eterna es Dios mismo.

No puedes relacionar esta vida con las diferentes clases de vida que hay en la Palabra: la vida animal, la vida vegetal, la vida almática, sino que hay una vida superlativa que gobierna todos los órdenes creados existentes, que es Dios mismo, Quien sostiene todas las demás vidas. Cuando Pablo habla sobre la creación, dice que en Cristo todo fue creado y por Él subsisten todas las cosas.

Pablo dice que esa vida es una ley administrada por el Espíritu. Es necesario entenderla y comprenderla en operación, no sea que, queriendo operar en la vida, operemos fuera de ella, independiente o en contra de la ley que gobierna en esa vida. La ley del Espíritu de vida se ha convertido en un principio fijo y estable, que contiene un conjunto de potencialidades.

Cuando nos alineamos a la operatividad de esta vida, somos partícipes de toda la potencialidad que esta vida contiene y representa. La ley está establecida para los malos, porque todo comportamiento que opera en contra del orden civil lleva en sí mismo un conjunto de potencialidades, que quien lo viola, sufre consecuencias. Si te pasas una luz roja, recibes una sanción. Toda ley que se viola activa las potencialidades que en ella están contenidas. Estas potencialidades encuentran expresión cuando se obedece o viola la ley.

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