Cuando falla la fe: 10 días encontrando a Dios en la sombra de la dudaMuestra

No puedo evitar preguntarme si hemos estado viendo la Biblia de manera equivocada. Quizás hemos estado tan obsesionados en como un libro antiguo resuelve todas nuestras preguntas históricas, culturales, científicas y morales que la duda se ha vuelto inevitable. Pero ¿Qué tal si su objetivo principal no es la certeza intelectual sino llevarnos a una relación floreciente con Dios?

Quizás necesitamos ver la Biblia menos a través de ojos modernos (¿Qué tan racional es?) u ojos postmodernos (¿Cómo me habla?). Tal vez necesitamos aceptarla por lo qué es: un libro excéntrico, extraño, difícil, desafiante, inspirador, atractivo y que rompe paradigmas, que página por página, historia tras historia, culmina en la persona de Jesús.

Y si eso es verdad, entonces al igual que cualquier relación, toma tiempo.

Necesitamos perseverancia para excavar más allá de su antigua y rústica superficie y así descubrir la verdad

Y necesitamos mucha humildad para reorientar nuestros pensamiento cuando eso suceda

De cualquier manera, encuentro paz al saber que sus autores también fueron sus escépticos. Ellos también lucharon. Pero ellos continuaron recorriendo el camino de Emaús, porque ellos creían que al final valdría la pena. Ellos tenían la esperanza de que algún día, de alguna manera, ellos verían al Mesías.

Y eso es lo que hace a la Biblia no solamente algo en qué confiar, sino algo por lo que vivir.