Cuando falla la fe: 10 días encontrando a Dios en la sombra de la dudaMuestra

Como los primeros discípulos de Jesús, has sido llamado a ser parte de una historia más grande que la tuya. Tu vida palpita con un propósito, fuiste creado para conocerlo y seguirlo; tu corazón anhela esto. Y todos, adoradores y escépticos, estamos invitados a participar.

Él llama a los discípulos cuya fe nunca parece vacilar. Es como si siempre hubiesen creído, tarareando Hillsong desde el vientre hasta hoy. Pero también llama a los que dudan. . . . Aquellos con un dolor inquebrantable por intimidad porque no soportan una fe que no es suya.

Jesús da la bienvenida a ambos. A ambos se los llaman y envían. Ambos son vitales para la revolución que ha comenzado.

Y no importa dónde te encuentres en tu camino de fe, Él también te llama.

Quizás estás lejos de casa y ya no sabes qué creer. Tal vez superaste la deconstrucción y ahora está explorando el terreno de la duda, abordando las preguntas más difíciles de la vida. O quizás estás de camino a casa y tu relación con Dios es diferente de lo que era, pero de alguna manera es mejor, más profunda, más viva.

Estés donde estés, pienses lo que pienses de Dios, hay infinitas posibilidades frente a ti. Las primeras palabras reportadas de Jesús a Sus discípulos fueron: "Ven, sígueme", y las últimas fueron esencialmente las mismas. Sigue avanzando, sigue persiguiendo la verdad.

El mayor peligro no es perder la fe, sino conformarnos con una versión mediocre. Cada día es una oportunidad para preguntar, buscar, llamar. Hay mucho más por explorar y aprender, hay mucho en lo que profundizar. Hay montañas escarpadas que escalar, desafíos que superar, paisajes que disfrutar, belleza que experimentar. Un Dios para conocer.

Recién está comenzando.

Y cuando tu corazón vacile, tus rodillas se doblen y tu fe falle, recuerda que tienes esta esperanza:

Jesús tiene la última palabra.

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