Cuando falla la fe: 10 días encontrando a Dios en la sombra de la dudaMuestra

El corazón de Dios desea, y siempre ha deseado, que la iglesia viva como familia. La iglesia es donde luchamos, nos maravillamos, adoramos y dudamos juntos. La iglesia es donde llegamos con todo nuestro pasado y encontramos sanación, aceptación y gracia. La iglesia es donde gente quebrantada descubre que no está sola. Esa fue la visión de Dios cuando derramó Su Espíritu por primera vez en la iglesia en Hechos 2. Y esa es la visión de Dios para ti.

Es cierto que muchas iglesias no han hecho un buen trabajo viviendo esta visión. Es verdad que hay muchas que necesitan cambiar, pero tú puedes ser el cambio.

Tú eres la iglesia.

La iglesia no es un edificio, sino una comunidad de gente que sigue junta el camino de Jesús. Esto significa apoyarse en todo lo que es bueno, hermoso y complicado de nuestra fe, y de cada uno. Significa batallar mano a mano contra nuestras dudas.

En Mateo 26, a sólo horas de Su muerte, Jesús se sentó a una mesa con Sus amigos. Cantaron. Oraron. Él tomó pan y lo partió; tomó una copa y la compartió. Dijo: "Esto es mi cuerpo; esto es mi sangre. Coman y beban en mi memoria". Alrededor de esa mesa se sentó un grupo diverso de personas con problemas, dudas, defectos y batallas serias con su fe.

Pero Jesús acogió a todos. Compartió Su cuerpo quebrantado con ellos. Les ofreció un lugar en Su mesa.

¿Dónde está esa comunidad para ti? ¿Quiénes son las personas alrededor de tu mesa que dejas entrar a los lugares recónditos de tu vida? ¿De qué manera puedes compartir tu quebrantamiento con ellos?

No tienes que soportar la duda solo...

Si estás luchando con la duda, necesitas estar en comunidad.

Y esto no es solo por tu bien; es por el bien de otros. Incluso si no estás batallando con la duda, es probable que gente a tu alrededor sí lo esté haciendo. Ellos te necesitan. Ellos necesitan de tus oraciones, tu oído atento y tu aliento. La palabra aliento literalmente significa "dar coraje". Tienes el poder de compartir coraje con alguien que está languideciendo en su fe. Una de las cosas más estimulantes que puedes decir a un amigo que está dudando es: "voy a amarte a través de esto". Ellos te necesitan. Necesitan de tu presencia. Necesitan de tu fuerza. Y necesitan también de tus heridas.