¡Ayúdame, Señor! ¡Soy Madre De Pequeños!Muestra

PORQUE DIOS ES MI PADRE Y CREADOR, PUEDO CONFIAR EN SU CUIDADO. PORQUE ÉL ME HA SALVADO, PUEDO CONFIAR EN SU CUIDADO HACIA MÍ

Este Salmo es conocido como el “Canto del peregrinaje”, porque pregonaba las obras de Dios a favor de Israel, específicamente por su cuidado. El Salmista expresa su confianza en la providencia protectora de Dios, esa providencia que termina en la obra de Cristo para nuestra salvación.

Nuestra vida en este mundo es nuestro peregrinaje. Caminamos como expatriadas con la mirada hacia arriba, donde Dios está sentado en su trono, gobernando para el cuidado de los suyos. Su cuidado no significa cero problemas, adversidades, enfermedades, ni escasez ni dolor. Más bien, significa que en medio de estas situaciones, que Jesús dijo enfrentaremos (Jn 16:33), Dios esta con nosotras, ayudándonos a creer más en Él, a depender de quién es Él, a formar nuestro carácter y motivaciones, a madurar nuestras respuestas, y a renovar nuestra perspectiva sobre Él y nosotras.

Este es el propósito en nuestra debilidad humana: conocer a Dios y reconocer nuestra necesidad de Su ayuda porque Él tiene cuidado de nosotras. Porque Dios es el creador y su cobertura de amor es la anchura incomprensible que corresponde desde los cielos a la tierra, podemos confiar en Él y Él responderá con lo que sabe que más necesitamos.

A veces, es por medio de descanso, porque tus planes se cancelaron; otras, por dormir debido a un día difícil; o de quedarte sola, aunque todos salieron a divertirse; o por levantarte a media noche a arrullar a tu hijo; todo lo usa Dios para llamarte a Él, para darte descanso y para cultivar tu fe en que verdaderamente Él cuida de ti.

APRENDE- VIVE- LIDERA

• Aprende: ¿Qué dice el Salmo 121:1-2?
• Vive: Lee Juan 16 y escribe las adversidades que los discípulos enfrentarían y las promesas que Cristo les dio para afianzar tu fe.
• Lidera: Comparte este mensaje con otra mamá, ora con ella y ayúdense mutuamente.

ORACIÓN

Oremos. Señor, gracias porque puedo acercarme a Ti en la salvación que Cristo ha comprado por mí en Su vida y obra, y yo solo soy receptora de ella. Si me salvaste sin yo merecerlo, y todo lo haz hecho por mí, ¿cómo no me cuidarás hasta que regreses por mí? Ayúdame a creer, a confiar y a buscarte más. Transfórmame en medio de estas situaciones. Te pido perdón por correr a otros lados y no a Ti. Alabo Tu digno nombre, Santo y Buen Dios, en Jesús, amén.