La esperanza es una persona Muestra

La esperanza significa esperar y esperar es difícil

Isaías 40:31 RVR dice: "...los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas". El mismo versículo en la NTV traduce la palabra esperar para confiar.Y en la NVI, la palabra es confían. Entonces, ¿cuál es? ¿Esperar o confiar? Es importante saberlo, ¡porque está en juego la renovación de nuestras fuerzas!

La palabra hebrea en Isaías 40:31 es qavah, un verbo que significa esperar con confianza. No se trata de una espera pasiva, inactiva, sino de una espera activa, anticipando, buscando ansiosamente y apoyándose, como un corredor ansioso en la línea de salida de una carrera.

Esperar con confianza durante circunstancias complicadas es muy difícil. Nos identificamos con David en el Salmo 13:1 cuando pregunta: “¿Hasta cuándo, Señor?” ¿Cuánto tiempo antes de que mi dolor no sea paralizante? ¿Cuánto falta para que mi hijo adolescente deje de rebelarse? ¿Cuánto tiempo antes de que mi cónyuge incrédulo se vuelva hacia ti? ¿Cuánto tiempo estaré sin trabajo? ¿Cuánto tiempo debo soportar este dolor?

Esperar en nuestro sufrimiento requiere paciencia y perseverancia, ambas difíciles de desarrollar. Cuando ejercitamos nuestros bíceps, es posible que tengamos que comenzar con un peso de 5 o 10 libras con el objetivo de aumentar a partir de ahí a medida que nos hacemos más fuertes, pero el crecimiento no se logrará sin esfuerzo. De la misma manera, a medida que elegimos ejercitar nuestra paciencia y perseverancia, pronto las brechas entre nuestra impaciencia y querer rendirnos se acortan cada vez más a medida que se desarrollan nuestros músculos espirituales. Requiere luchar con Dios, una y otra vez, lamentando nuestros pensamientos oscuros y oraciones desgarradoras a Él, sin avanzar, pero dándole espacio para moverse en nuestra situación. Y Él se moverá, en Su tiempo y para nuestro bien, si continuamos esperando en Él.

En este difícil soportar y esperar, Pablo nos ofrece otra manera de ganar fuerza: ¡gozándonos en la esperanza! Él debería saber. Hechos 16 habla de un momento en que él y Silas fueron encadenados y encarcelados con otros cuando sus oraciones y cantos coincidieron con un violento terremoto que abrió las puertas de la prisión, ¡“y las cadenas de todos se soltaron”! Esto sólo fue posible porque en su sufrimiento esperaban expectantes al Dios de la Esperanza.

Él nos ofrece la misma promesa y nos recibe con gracia y misericordia cuando finalmente clamamos desde debajo de los escombros de nuestra desesperación: “¡Te elegimos a Ti! ¡Eres nuestra victoria! ¡Venceremos a través de Ti! Tu eres nuestra única esperanza".

Podemos pasar por los movimientos de la vida tratando de sobrevivir por nuestra cuenta, o podemos esperar activamente en Dios, poner nuestra esperanza en Él y obtener nuevas fuerzas. Y cuando vacilamos y fallamos en nuestra espera o nuestra Esperanza en Dios se desvanece debido a nuestros temores, no hay vergüenza. Él está ahí esperando que cambiemos nuestros malos pensamientos y volvamos a Él.

Su esperanza para nosotros no tiene fin.

“...no estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza” Nehemías 8:10 NVI.