La esperanza es una persona Muestra

La esperanza es la columna vertebral de nuestra fe

Hebreos 11:1 NVI nos dice: “la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve".

Esta es una declaración verdadera para cualquier cosa en la que ponemos nuestra esperanza. Desarrollamos fe en una silla cuando continuamente nos sostiene, en nuestro automóvil cuando arranca fielmente y en la comida que está en los estantes de las tiendas. Confiamos en que estas cosas continuarán según nuestra experiencia. Pero cuando esa silla se rompe, el carro no arranca, o no hay comida en los estantes, nuestra esperanza y expectativa desaparece junto con nuestra fe y seguridad en esas cosas.

Nuestra fe en Dios también depende de nuestra esperanza. Nuestra fe puede ser estable y segura porque Su carácter permanece sólido, firme e invariable. Él es el mismo ayer, hoy, y seguirá siendo el mismo mañana. Él prueba Su fidelidad cuando el sol muestra su gloria cada mañana, cuando la primavera siempre sigue al oscuro invierno y las lluvias llegan para reponer la tierra. Mientras ponemos nuestra esperanza en Él, nuestra fe también permanecerá, segura en Su verdad y promesas invariables. La esperanza en Él es la columna vertebral, el apoyo, de nuestra fe.

Esto es muy importante, porque nuestro sistema de creencias también regula nuestras emociones. Si queremos ser emocionalmente estables y seguros, nuestra creencia tiene que estar en algo, Alguien, que también sea estable y seguro. Podemos encontrar nuestra seguridad y suficiencia en el Dios de la Esperanza ilimitada, o podemos buscarla dentro de nosotros mismos. Nuestra autosuficiencia, nuestro esfuerzo por tratar de hacer frente a la vida por nuestra cuenta, nos da la ilusión de control, pero es falso y eventualmente fracasaremos. Si nuestra esperanza ha muerto, tal vez sea porque la hemos puesto en las cosas equivocadas o en las personas equivocadas.

Romanos 5:5 NVI nos dice que "...la esperanza no nos defrauda..." y la NTV dice "...esta esperanza no acabará en desilusión...". Elpis, la palabra griega para esperanza en este versículo significa una expectativa confiada en algo bueno. Pablo estaba apelando a los romanos, y a nosotros, a poner nuestra seguridad, nuestra confianza, nuestra esperanza en el carácter y la naturaleza invariables de Dios, la Persona de la esperanza, en lugar de colocarla en nosotros mismos o en ciertos resultados.

Solo la esperanza en Dios, el lugar de inicio en la activación de nuestra fe, nos mantendrá avanzando cuando la vida se desmorone. Sólo Él es fiel y digno de confianza. La esperanza en Él nunca defraudará.

¿Elegirías poner tu esperanza en el carácter invariable de Dios o flaquearías en tu fe y pondrías la esperanza en tus propias expectativas?