[Serie Una sola carne] El poder de una sola carneMuestra

Cristo cambió la historia

Ya vimos que «Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque, así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos» (Romanos 5:18-19).

Por la trasgresión de Adán, salimos del diseño perfecto de Dios para nuestras vidas y, por lo tanto, de nuestro matrimonio. Pero Cristo cambió esa realidad. Ahora, somos justificados, fuimos constituidos hijos engendrados de Dios y nos hizo partícipes de su naturaleza divina.

Para el hombre sin Dios es imposible pensar en ser una sola carne con su esposa. Lo natural para él es pensar solamente en sí mismo y su propio bienestar, producto de su naturaleza pecaminosa. Es lo que se espera de ellos, no tienen opción de cambiar esa realidad, sino en Cristo.

Pero, nosotros, los hijos de Dios, que recibimos las arras de nuestra herencia por medio del Espíritu Santo que nos habita de manera permanente, no tenemos excusa. Él ya nos capacitó para vivir el diseño de Dios en el matrimonio también. Es nuestra decisión dejar las prácticas que venían de la naturaleza de pecado y que comencemos a vivir el diseño de Dios. Día a día, cada paso, cada decisión, veremos progreso, hasta que la práctica nos sorprenda pensando todo lo bueno, todo lo puro, todo lo honesto y todo lo de buen nombre. Disfrutemos el bienestar del cónyuge y disfrutemos ser una sola carne, esto verdaderamente es Cristo expresándose por medio de nuestras vidas.

Cuando los hogares tienen la visión de Dios para el matrimonio y utilizan los principios de su Palabra, se convierten en la manifestación del reino de Dios, con un ambiente de paz y poder en su hogar, como Dios ha planificado que sea. El ambiente del hogar queda bajo el gobierno de Cristo y, entonces, comenzaremos a trastornar este mundo.

Es importante conocer los principios de la Palabra de Dios para ser Una sola carne en un matrimonio que permanece y cumple el diseño de Dios.

Reflexionemos

¿Aun siendo hijo de Dios, permites que los pensamientos de este mundo te gobiernen? ¿Los contenidos de películas, series, conceptos de amigos y familiares, son más importantes que el diseño de Dios?