Dios es buenoMuestra

UNA INVITACION ESPECIAL

El Señor nos invita a descubrirlo. Él es Aquel que recompensa a todos los que se unen en la aventura de la gran extensión conocida como la bondad de Dios. Es el viaje de la fe; y ella está compuesta por dos partes; la primera, es la convicción de la existencia de Dios. Sin embargo, hasta el diablo sabe eso. Es la segunda parte la que nos lanza a la aventura y nos distingue del resto de las cosas creadas: tener seguridad de su naturaleza. ¡Él es un galardonador! En otras palabras, lo que creemos acerca de Dios tendrá efecto en nuestras vidas porque Él recompensa a aquellos que han dispuesto en su corazón conocerlo. Él nos asegura encontrarlo si el corazón busca realmente obedecer. Jesús también dijo que se manifestaría a quienes lo siguen. Es como si estuviera diciendo que, si lo seguimos con todo nuestro corazón, Él se asegurará de ir con nosotros en el camino que estamos transitando.

Esta invitación la hace el Padre de la vida, el Dios eterno que ama por medio del sacrificio y entrega. El mejor regalo que podemos hacernos es anclar nuestro intelecto y voluntad al cimiento más fuerte que existe: la bondad del Señor.

Esta aventura es un viaje de fe. Y aunque muchos consideran que esta va en contra del intelecto, no es así. La verdad es que la fe potencia el intelecto, pero es superior, porque tiene la capacidad de reconocer el mundo invisible que la mente natural no tiene. La fe genuina es superior al intelecto humano porque es producto de la mente de Dios y no de la nuestra. Nace del corazón que vive bajo la influencia de la mente del Señor. La fe es el resultado de la entrega, no de la propia voluntad. Sería correcto decir que la fe genuina moldea nuestro intelecto y lo influencia, porque es la que antecede la comprensión de asuntos eternos, como los pertinentes al ámbito invisible. Así que la fe es nuestro anclaje a lo eterno, nuestro cimiento más sólido. Comprendemos por fe, ya que es ella la que potencia el intelecto.

Mi fe solo puede ir donde tengo comprensión de su bondad.