Vivamos con dignidadMuestra

¿Cómo puedo gozarme en debilidades?

Si siento ira o enojo cuando mi hijo de 5 años tira la leche en la mesa del desayuno, entonces inmediatamente le grito o le golpeo, me gobierna un sentimiento de manera equivocada. Ese niño tiró la leche porque está aprendiendo un proceso de motricidad gruesa y fina para sujetar las cosas. No son tan diestros como los más grandecitos, que ya tienen desarrolladas esas facultades. Por lo tanto, si el niño tira la leche a los 5 años, y lo hizo por accidente, no me voy a enojar; ordeno mis emociones de acuerdo a la verdad que conozco. 

Hay personas que tienen su vida gobernada por sus emociones y no por la verdad. Es un grave problema, matrimonios destruidos, familias disfuncionales, por hombres y mujeres que caminan toda su vida reaccionando por sus emociones. Manifiestan diariamente el gobierno de sus emociones sobre su ser y no el gobierno de la verdad.

Pablo explica, que podemos gozarnos en las debilidades, porque cuando soy débil, en Cristo soy fuerte. Pablo aprende en su proceso de desarrollo en el Espíritu, que él no se mueve por el gobierno de las emociones. ¿Quién se sentiría muy bien en lo natural, por un maltrato por una privación, o porque es perseguido? ¡Nadie! Pero Pablo dice, en medio de eso puedo tener gozo, que es fruto del Espíritu y no está determinado por lo que sucede afuera, sino por lo que está dentro de mí. Por lo tanto, el gobierno de mi vida no lo establece lo que sucede, sino la realidad de lo que yo conozco, Cristo es la verdad de mi vida, es la fuente de mi vida. Camino en esa verdad y a pesar de lo que sucede afuera, sigo caminando, soy gobernado por una realidad que es más grande que lo que sucede afuera. Mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo. 

Pablo dice que no debo moverme por mis emociones, sino por la verdad. Una persona inmadura, se mueve por sentimientos. Una persona madura, se mueve por la verdad. Los niños entonces, se mueven por lo que sienten, lloran, se ríen, hacen berrinches. ¿Cómo es posible que haya pasado de un estado extremo de risa a un berrinche? Hace lo que siente, no distingue lo que es bueno de lo que es malo. Lo malo es que esas mismas acciones, se vean en un niño de 40 años.