Nuestra Eternidad SeguraMuestra

Semana 1 - Día 3

Lectura: Juan 1:43–51

DEVOCIONAL: Juan 1:49

Natanael exclamó: —¡Rabí, tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!

En este punto del Evangelio de Juan, el foco cambia de Juan (hoy con frecuencia se le conoce como Juan el Bautista) a Jesús. La historia sigue a los dos discípulos que dejaron a Juan para ser discípulos de Jesús. Debido a esto, muchos eruditos creen que el discípulo anónimo en Juan 1:40 fue el apóstol Juan. Porque este es el relato de Juan sobre la vida y el ministerio de Jesús, por lo que tiene sentido que la narración siga su transición para seguir a Jesús.

En el texto de hoy, Jesús comenzó a llamar a más discípulos. Los dos primeros, Andrés y Juan, siguieron a Jesús debido al testimonio de Juan el Bautista. Pedro lo siguió porque Andrés, su hermano, proclamó que Jesús era el Mesías. Felipe lo siguió cuando Jesús le ofreció una invitación diciendo: "Sígueme", y luego Felipe animó a Natanael a seguir a Jesús.

La respuesta de Natanael a la invitación de Felipe para seguir a un hombre de Nazaret muestra algunos celos o rivalidad. Puede haber sido una actitud común en Galilea o un prejuicio personal de Natanael de que nada bueno podría venir de Nazaret. Sin embargo, Natanael dejó de lado sus prejuicios y fue a ver a Jesús.

Jesús mostró Su poder y omnisciencia cuando conoció a Natanael. Natanael creyó inmediatamente en Jesús y proclamó que era el Hijo de Dios. Natanael había sido instruido en las Escrituras y las costumbres judías y sabía que vendría un Mesías. Cuando encontró a Jesús, lo reconoció como el Mesías prometido. Natanael creyó cuando Jesús le dijo algo que no podría haber sabido a menos que fuera el Hijo de Dios; Natanael creyó por lo que vio hacer a Jesús.

La declaración de fe de Natanael, así como la respuesta de Jesús, nos lleva a hacernos una pregunta similar: ¿Creemos en Jesús por las respuestas milagrosas a la oración o por quién es Él? A medida que continuamos descubriendo que Jesús es el Hijo de Dios y el único camino a la vida eterna a través del Evangelio de Juan, volveremos a esta pregunta. Que podamos creer por quién es Él y el testimonio que se nos ha dado, además de las obras poderosas que hemos visto.