Nuestra Eternidad SeguraMuestra

Semana 1 - Día 1

Lectura: Juan 1:1–18

DEVOCIONAL: Juan 1:1–4

"En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios. 2 Estaba en el principio junto a Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella nada de lo que ha sido hecho fue hecho. 4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad."

​​El Evangelio de Juan no pierde tiempo en revelar el propósito del libro. En los primeros cuatro versículos se nos dice que la Palabra es totalmente Dios, que estaba con Dios en el principio, que creó todas las cosas y que es vida y luz. Pero, ¿quién es la Palabra? En este primer párrafo no es evidente a quién se refiere el apóstol Juan, el autor de este Evangelio. A medida que el prólogo (o introducción) del libro (Juan 1:1-18) continúa, revela más sobre quién es la Palabra.

En el griego original, el vocablo traducido como Palabra es logos. Logos puede describir la comunicación, ya sea escrita u oral, una forma de expresar la verdad divina. En este caso, el autor utilizó la palabra logos para describir la Palabra de Dios personificada. En este estudio descubriremos que esta Palabra de Dios tomó forma humana en la persona de Jesucristo.

Aprendemos que un hombre llamado Juan fue enviado por Dios (un Juan diferente al autor de este libro). Este Juan vino como un testigo, con la intención de testificar acerca de la Palabra para que todos creyeran en Él. El propósito de Juan era testificar acerca de la Palabra porque el mundo no reconocía a la Palabra por lo que es. Aprendemos que la Palabra se hizo carne -lo que significa que no siempre tuvo un cuerpo humano- y vino a vivir en la tierra. Él mostró Su gloria, una gloria que vino sólo de Dios. Juan (el testigo) dio testimonio de la Palabra que se hizo carne. En el versículo 17 se nos dice que la Palabra es Jesucristo. El versículo 18 testifica que la Palabra, Jesucristo, es el mismo Dios.

Este prólogo del Evangelio de Juan está repleto de información. Juan (el autor) dice inmediatamente a sus lectores lo que pretendía demostrar en este escrito: Jesús es el Hijo de Dios y el Único camino a la vida Eterna.

Al comenzar nuestro estudio del Evangelio de Juan, nuestro reto es leerlo con ojos nuevos. Vamos a comprometernos con la Escritura como si fuera la primera vez que leemos este Evangelio (¡quizá lo sea!). Mientras lees, subraya o resalta en tu diario o Biblia los pasajes que afirman el mensaje principal del libro:

Jesús es el Hijo de Dios y el Único camino a la vida Eterna.