Rahab 

Permíteme presentarme.

Algunos me llaman Anita, otros Anu.  Para mi esposo soybebé y algunos amigos me llaman Ma.

No importa como se formen, los sobrenombres se pegan.

En la Biblia encontramos a un personaje que entendió esto perfectamente.  Su nombre era Rahab, la ramera.  

Primero la vemos en Josué 2 y el autor no pierde tiempo en contarnos su ocupación en este momento. En un interesante giro del destino, ella termina ayudando a los israelitas a conquistar su ciudad, Jericó.  Escondió a los espías israelitas, envió a los guardias del rey a una casería inútil y ayudó a los espías a escapar.

Una persona así puede hacerse un nombre por sí misma, lo que hizo Rahab.  Desafortunadamente, su antigua etiqueta quedó adosada también.

Cuando Josué ordena destruir Jericó, dijo: todos, excepto “Rahab, la prostituta y los demás en su casa…” .  En el Nuevo Testamento, es citada como un ejemplo de fe, junto con Abraham.  A pesar de eso, su fe no es lo único que recordamos de ella.  Otra vez es recordada como “la prostituta”.  

Afortunadamente, su vieja etiqueta no cuenta la historia completa.

Esta misma mujer, Rahab, es parte de la genealogía de Jesucristo, nuestro Salvador y Rey.

Hablemos de un regreso.

Podemos sentir el peso de los errores y malos entendidos como una letra escarlata. Las personas pueden sentir la necesidad de referirse a ese momento de nuestras vidas y eso está bien.  Es una parte de nuestra historia pero no toda.  Nuestra historia aún está siendo escrita por el Autor, quien es el Principio y el Fin, el Alfa y el Omega, el Dios que conoce nuestros días y nos ama a pesar de todo.

No permitas que una etiqueta hecha por los hombres determine el curso de tu vida.  Esas etiquetas son hechas por personas vulnerables y fugaces.  Un minuto te aman y el próximo no tanto. Quizás estás experimentando esto...yo si lo he hecho y ¿sabes qué? Jesús también.

Es Dios quien nos define. Nunca hemos hecho tanto para que no podamos ser usados por Él. Muchas historias de las Escrituras lo prueban...y Rahab, la ramera, también.  

~ Anu