Eva

Por si no lo sabías, hablar con una serpiente es una mala idea.  La historia de Adán y Eva lo confirma.

Hay algo más que vemos en esos primeros capítulos de Génesis, especialmente cuando se trata de Eva: el poder de la influencia.

En Génesis 3, el pasaje revela cuán fácilmente fue influenciada por la serpiente.  Parecía haber entendió las instrucciones de Dios: no te metas con el árbol. Desafortunadamente, cuanto más hablaban, más se alejaba de lo que Dios dijo. Muy pronto, el enemigo la tenía justo donde la quería.

No podemos ser tan duros con Eva.  ¿No somos influenciados bastante rápido nosotros? Algo que alguien dijo, o no dijo, una mirada, nuestras emociones…eso es todo lo que se necesita. 

Notemos que con la misma facilidad con que fue influenciada, pudo ser una influencia. Simplemente entregó el fruto a Adán y la humanidad cambió para siempre. Por lo que vemos en las Escrituras, él es en realidad el que escuchó directamente de Dios acerca de esto. Entonces en última instancia, Adán eligió la voz de su esposa sobre la voz de Dios.

Tu influencia como mujer es poderosa.  Vemos ejemplos de esto en las Escrituras una y otra vez…para mal y para bien.

Abram siguió el consejo de Saraí en lugar de confiar en el tiempo de Dios.  Jacob engañó a su propio padre por las palabras de su madre, Rebeca.

El rey Asuero escuchó a Ester y los judíos se salvaron. Débora acompañó a Barac y se ganó una batalla.

Desafortunadamente, el legado de Eva se captura como "la mujer que fue engañada y el resultado fue el pecado”.  

¿Qué nos influencia?  ¿La voz del enemigo o la voz de la verdad?  ¿Nuestros propios sentimientos equivocados o las promesas de la Palabra de Dios?  Debemos determinar proteger nuestros corazones y mentes contra las influencias negativas.

¿Qué tipo de influencia somos?  Estamos llamados a dejar que nuestra luz brille.  Somos instruidos a motivar a otros a “actos de amor y buenas obras.”  La influencia de Eva condujo a la caída del hombre.  Nuestra influencia puede llevar a hombres y mujeres de regreso a nuestro Creador, quien nos salvó del enemigo de una vez por todas.  

~Anu