Dios De Oportunidades: Un Devocional De 7 Días De Evan CraftMuestra

Nuestros sueños y metas son fundamentales a quien somos como seres humanos y seguidores de Cristo. Cuando seguimos a Jesús y nos sometemos completamente a Él, nuestros sueños y deseos empiezan a alinearse con los suyos naturalmente. ¿Pero qué pasa cuando no se realizan? Abraham es un ejemplo extraordinario de alguien que esperó años y décadas con el sueño de ser un papá, pero no tuvo la paciencia ni fe para esperar el cumplimiento de la promesa de Dios. Abraham y su esposa Sara se saltaron el plan de Dios porque lo encontraron demasiado absurdo.

Honestamente, es entendible que alguien no creería que una mujer de la edad de Sara se quedaría embarazada. La esterilidad es un profundo temor para la mayoría de las parejas y en la época de Abraham, tener hijos era extremadamente importante. ¿Cómo puedes ser padre a una nación si no tienes hijos?

Pero Sara y Abraham desobedecieron a Dios. Abraham se acostó con su concubina y ella dio a luz a su primer hijo. Uno solo se puede imaginar la amargura y arrepentimiento que existía en el corazón de Sara. Ella, eventualmente, exige a Abraham que básicamente eche a patadas a su hijo Ismael y esa “mujer esclava” (Gen 21:10). ¿Cómo se puede redimir una situación así?

Pero a pesar de la edad de Sara, su incredulidad a la promesa de Dios, Él sí cumplió su palabra. ¿Cuántas veces hemos cometido un error porque no pudimos ver todo el cuadro que Dios estaba pintando? Sus maneras son más altas que las nuestras. Pero esta historia es un ejemplo bello de la soberanía de Dios. Aun cuando fallamos, fracasamos o pecamos, Dios sigue en control. Él dio a Abraham y Sara una nueva oportunidad a pesar de sus errores. No dejes que tu pasado te aleje de las promesas de Dios en tu vida. Él es más que capaz de redimir lo que hayas perdido.