Dios De Oportunidades: Un Devocional De 7 Días De Evan CraftMuestra

El rey David es conocido por ser “un hombre que buscó el corazón de Dios”. Esto es uno de los mayores títulos que un seguidor de Jesús puede recibir. Dios lo ungió y hasta le dio el trono en Israel. Esto nos puede llevar a pensar que el Rey David vivió una vida perfecta. Pero la verdad es que su vida fue un desastre en algunos momentos. Y, aun así, Dios le llamó un hombre que buscó el corazón de Dios.

La realidad del rey David es que fue un asesino y un adúltero. Envió a Urías a la guerra sabiendo que iba a morir con la intención de tomar a Betsabé, su esposa, como su propia mujer. No hay nada peor que uno pueda hacer que matar a otro por celos a su esposa. ¿No debería ser descalificado David? ¡Ciertamente! ¡Matar y ser infiel te excluye de un título como el que tenía David! Pero entra la gracia. Todos nosotros hemos pecado y no alcanzamos la gloria de Dios (Rom 3:23). Cada uno de nosotros. No importa cuán bueno nos creamos, hemos pecado. Pecado es pecado, significa no alcanzar la marca. Y David hizo algo sorprendente. Se arrepintió. El poder del pecado no se iguala a la sangre expiatoria de Cristo. Significa que Jesús pagó por tu pecado pero tú tienes que arrepentirte. David falló otra vez en su vida, pero se arrepintió. David reconoció a sus fallas y fracasos y buscó a Dios.

Hoy tenemos una oportunidad de arrepentirnos. Un cruce, o continuar cargando nuestras cargas o dejarlas a los pies de Jesús. No importa cuán lejos que tú crees que estás, Dios es el Dios de oportunidades. Nunca te abandonará.