Creados para dar luz

No solo fuiste creado para dar frutos, fuiste creado para ser y dar luz. Cuando la creación estuvo casi completa, Dios creó las dos grandes lumbreras para dar luz durante el día y la noche, cada una en su tiempo, cada una en su espacio; del mismo modo lo hizo contigo. ¿En qué lugar te ha colocado Dios? Allí debes alumbrar, sin importar lo difícil del entorno.

No perteneces a la oscuridad; ese no es tu lugar, por eso no debes conformarte ni aclimatarte a ella, porque desde que Dios te pensó; te pensó en luz, aunque el mundo constantemente luche por lograr que te sientas cómodo y muchas veces puede lograrlo. Pero Dios, del mismo modo te llama a Su luz admirable y perfecta, te llama al lugar al que perteneces desde la creación.

Debes conocer tu identidad, debes saber lo que Dios dijo de ti cuando te pensó, porque solo Él, tu creador, sabe lo que depositó en ti y de lo que eres capaz conforme a Su propósito eterno para ti. Muchas veces resulta difícil, pero no estamos solos en esta lucha y, en Dios, es posible. No le des fuerza a tus circunstancias ni a tu entorno para apagarte; resplandece por encima de ellos.

Dios te creó con todo lo necesario para alumbrar un mundo que se empeña en andar en oscuridad. No te rindas, no descanses hasta lograr que la luz de Cristo brille por medio de ti. Es Él quien te dará la victoria.

Oración

Pido al Señor que a partir de hoy puedas brillar con todo el esplendor que Dios puso en ti, para que Su gloria, poder, autoridad, misericordia y amor llenen todo lugar donde te encuentres y puedas ser un testimonios de la obra maravillosa de Dios en la tierra.