El Plan De Dios Para Transformar NacionesMuestra

Un criterio. Nuevos tiempos de Dios.

Por muchas décadas, velos, engaños, tradiciones y filosofías que tuvieron su raíz en pensamientos humanos, religiosos, nacidos de la naturaleza carnal y no de Cristo, y que fueron absorbidos por satanás, establecieron conductas erradas y bajo engaño en la iglesia. Y prevalecieron sobre el único criterio que es Cristo (Colosenses 2.8).

Incluso, haciendo uso de palabras correctas, fuimos regidos por doctrinas que no nacieron de la naturaleza de Cristo. Y tales realidades de engaño y confusión, crean ambientes de opiniones opuestas entre los creyentes, limitando e invitando al error a la Iglesia, que así nos vemos impedidos de expresar cabalmente a Dios, hacer su voluntad como en el cielo, y en consecuencia quedar inmersos en la realidad carnal, en las circunstancias terrenales, y no en la plenitud de un reino eterno en Cristo que todo lo transforma.

No obstante, la naturaleza de Cristo crea delante de nosotros por el espíritu el camino de regreso hacia su plena voluntad. La centralidad de Cristo debe ser recuperada en términos absolutos (Efesios 1.22). El reconocimiento pleno de Cristo como cabeza y único mando central del cuerpo es vital (Colosenses 1.18-19). Devolver a Cristo, su Palabra y el Espíritu Santo el pleno gobierno de la Iglesia hace parte del tiempo de expectativa profunda de la manifestación gloriosa de su vida alrededor de la redondez de la tierra en el tiempo presente (Colosenses 2.10). En la eternidad presente. El estudio de la Palabra de Dios en la guía del espíritu, regresando a los fundamentos y criterios de la Biblia como expresión infalible de la voluntad de Dios, y el instrumento espiritual regio para conocer y comprender el reino de Dios y al rey de reyes es vital y prioritario.

El perfeccionamiento de los santos en virtud de las gracias ministeriales nos está conduciendo a un proceso por el cual, el espíritu está reuniendo a los nacidos de Dios, en la expresión de un cuerpo perfecto, que avanza en la unidad de la fe, y del conocimiento de Dios (Efesios 4.12-13). No sólo expresa conocer a Dios, sino acceder a lo que Cristo conoce por el Espíritu Santo (Efesios 1.17-18).

Tradiciones humanas, basadas en el engaño de filosofías sin la vida de Cristo, están cayendo generacionalmente. Rudimentos de la vida del mundo, que hicieron raíz en el pensamiento de creyentes, están siendo removidos. Tenemos mayor revelación porque velos están cayendo por la manifestación de la vida de Cristo en la acción de su espíritu santo que está proveyendo discernimiento y un mayor, profundo y creciente conocimiento de Dios (2 Corintios 10.5). Este proceso está creando una mayor comprensión del Hijo. Todo está fundado en la eterna Palabra de Dios, no en nuevas ideas y doctrinas. Al comer de Cristo (Juan 6.53-58), en la absorción de su Palabra, nuestra nutrición está haciendo crecer la Verdad original para un discernimiento más cabal y absoluto de la eternidad del Padre y del propósito eterno de Dios para con nosotros y el mundo (2 Pedro 3.14-18).

Nuevos tiempos de Dios vienen; llenos de esperanza a causa de un aumento de Cristo en su Iglesia que provocará avivamiento, reforma y transformación.

ORACION. Gracias Cristo por ese pan de vida que al ser comido por nosotros nos llena de eternidad celestial. Al comer de tu cuerpo y beber de tu sangre somos vivificados en amor. Entender tu propósito es vida. Declaramos tu pleno gobierno Señor Jesús sobre nuestras vidas y tu iglesia. Somos llenos de esperanza en la manifestación de tu amor. De tu justicia. De tu verdad. De tu misericordia. Y nos entregamos como ofrendas vivas para revelarte a todo el mundo. Amén.