Ejercita Tu Vida EspiritualMuestra

LA PIEDAD ES NUESTRA FORMA DE VIVIR Y MOSTRAR A OTROS CUÁNTO AMAMOS Y VALORAMOS A JESÚS, QUIEN HA HECHO TODO POR NOSOTRAS.

La piedad parece ser una palabra poco admirada y anhelada en el carácter de una mujer cristiana. La piedad es intimidad con Cristo y conformidad a Cristo, una que es tanto externa como interna del corazón, que va creciendo a medida que se acerca más al Salvador.

Somos muy propensas a caer en un moralismo pasivo. Mucha gente puede llevar a cabo rituales espirituales, no dejar de orar y ayunar, no faltar a la iglesia o al grupo de mujeres, estar siempre dispuesta a servir en las obras a los pobres, pero eso no significa que seas piadosa.

Las disciplinas espirituales hacen un trabajo dentro del corazón para transformarlo, para despojarte de lo cómodo que está tu “yo”, el cual se refleja en tus deseos, pensamientos, decisiones, cómo y cuáles son tus relaciones, en tus prioridades y en quién es el centro de tu vida. Al habituarte en hacer tus disciplinas espirituales, el resultado final es un corazón más piadoso, más humilde, que desea obedecer a Dios porque lo ama. No es un corazón perfecto, pero sí uno que anhela agradar a su Señor en los momentos que nadie ve, nadie sabe ni escucha, pero Dios sí.

El temor al Señor no solo es el principio de la sabiduría, sino el que nos enseña que las enseñanzas de este mundo, por muy atractivas que se sientan o apelen a nuestra inteligencia y emociones, si nos alejan de las verdades del Evangelio, no nos transformarán verdaderamente.

Querida hermana, comprende que lo que más necesitas es un cambio de corazón, no de las circunstancias. Es un cambio de carácter, no de cumplimiento de reglas. Es un cambio de vida, no de meramente dejar de estar en el mundo y relacionarse con el mundo. Muchas enseñanzas pueden tener apariencia de sabiduría y bondad, pero si no apuntan a Cristo, te desviarán.

Permite que las disciplinas espirituales restauren tu alma para que continuamente te hagan ver tu necesidad de Cristo y su gracia, de caminar en la libertad sabiendo que puedes obedecer y amarlo con todo tu corazón, mientras humildemente buscas al Señor.

APRENDE, VIVE, LIDERA

• Aprende: Concluye con tus palabras, ¿qué son las disciplinas espirituales y por qué las necesitas?
• Vive: Al comprender que no son el fin, sino que el fin es Cristo, lee los siguientes pasajes: 1 Timoteo 4:7; 1 Pedro 3:1-5; 2 Timoteo 3:12; 2 Timoteo 2:12. Luego, coloca un título a cada pasaje relacionado a la piedad.
• Lidera: Las disciplinas espirituales son un reto para todo cristiano ocupado, incluso más para la juventud atareada y llena de redes. Invita a alguien más a conocer las disciplinas espirituales a través de tu vida.

ORACIÓN

Señor, gracias te damos por tu amor y gracia. Gracias te damos porque nunca nos has dejado solas y sin recursos para responder a tus mandatos. Perdónanos por olvidarnos de nuestra necesidad de ti, tanto que empezamos a confiar en nosotras y a ordenar nuestra vida en torno a nosotras y nuestras necesidades. Ayúdanos a depender más de ti, ayúdanos a creer en el evangelio todos los días. Ayúdanos a ser disciplinadas en buscarte porque solo Tú tienes palabras de vida eterna. En Cristo, amén.

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