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Ejercita Tu Vida EspiritualMuestra

Ejercita Tu Vida Espiritual

DÍA 4 DE 5




SI EL EVANGELIO NO ES EL CENTRO, LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES SON TAREAS VACÍAS.

El mayor propósito que encontramos en practicar las disciplinas espirituales no es practicarlas, sino conocer a Dios. Conocer a Dios nos llevará a una relación profunda con Él de acuerdo a la obra de Cristo en su mensaje de salvación: el Evangelio.

El Evangelio no es un tema secundario, no es un tema pasado de moda, no solo es un mensaje que escuchamos para creer en Jesús. No. El Evangelio es el mensaje de Cristo por el cual Dios nos llama a ver nuestra necesidad de un salvador mientras Él nos llama de la luz a las tinieblas. Si comprendemos que nuestra mayor lucha es el pecado, entonces este mensaje sigue siendo necesario para recordarnos diariamente la buena noticia.

Todos los días necesitamos recordar que no hay más culpa, no hay más vergüenza, no operamos desde la ley para ganarnos el favor de Dios, no cargamos su cruz porque somos incapaces de morir sin ser consumidos; solo Cristo lo pudo hacer porque fue perfecto como hombre y completo como Dios. Todos los días necesitamos recordar que fuimos apartadas para Él, para servirlo, amarlo y adorarlo. Pero también, para mostrar el cambio que el Espíritu Santo hace a quienes ha declarado justas, santas, hijas perdonadas y salvas. Debe ocurrir un cambio de corazón, un cambio de adentro hacia afuera, un cambio que solo Él puede hacer a través de su poder y nuestra obediencia en buscarlo en la Palabra.

Las disciplinas espirituales son motivadas por una persona, Cristo, quien nos ha dado un único y verdadero mensaje: el evangelio. Es este mensaje que representa la obra de Cristo en su vida, muerte y resurrección en la que confiamos. No somos salvos por nuestra fe. Es la fe el medio por el que somos salvos de Dios para Cristo. Es Cristo salvándonos por medio de la fe para arrepentimiento de pecado.

Pablo dice a la iglesia de Corinto que Él no altera el mensaje que ha recibido, y no busca otro mensaje, sino el que le ha sido dado y respaldado por las Escrituras. Querida hermana, es el mensaje del Evangelio nuestro centro, nuestro mensaje. El que compartimos con otras y el que mostramos a otros por medio de nuestra vida, boca, decisiones, dificultades y servicio. Somos seres espirituales en cuerpos humanos que necesitan algo más que una experiencia espiritual, necesitan un nuevo corazón, una mente nueva y al Salvador. ¿Lo tienes?


APRENDE, VIVE, LIDERA

  • Aprende: ¿Qué es el Evangelio?
  • Vive: Lee Tito 3:1-11. Luego, escribe con tus propias palabras el mensaje que este pasaje te dejó. ¿Puedes ver el evangelio en este mensaje? ¿Puedes ver las razones de tu salvación? ¿Puedes ver la justificación y la santificación, pero, sobre todo, la esperanza de vida eterna? Agradece a Dios por su obra en ti que jamás será quitada.
  • Lidera: ¿Hay alguien en tu familia que no conozca de Cristo? ¿Le has compartido el evangelio? ¿Cómo puedes ser más intencional en hacerlo?


ORACIÓN

Padre bueno, gracias por tu Hijo Jesucristo. Gracias por darte a mí sin yo merecerlo. Gracias, Jesús, por tomar mi lugar en esa cruz. Gracias, Jesús, por expiar todos mis pecados pasados, presentes y futuros. Gracias por tu obra perfecta. Perdóname por tomar por sentado tu obra, por poner mi confianza en otros mensajes y enseñanzas. Ayuda a mi incredulidad, a ir a ti siempre y a buscarte cada día más tan solo porque ya puedo hacerlo. Gracias por salvarme, Señor. En Cristo, amén.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

Ejercita Tu Vida Espiritual

Meditaciones sobre la necesidad de llevar una vida con disciplinas espirituales, las cuales Dios nos ha dado en Su Palabra.

Nos gustaría agradecer a Reformadas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.reformadas.com/

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