Tan seguro como el amanecer

Todos hemos experimentado esas noches interminables en las que el sueño nos elude. En nuestro estado de cansancio, la oscuridad parece intensificar los problemas y hacer que incluso los más pequeños sean asuntos urgentes. Lo que no nos molestaba en la luz ahora nos consume en la oscuridad. Una mente acelerada no invita al sueño y en lugar de dormir, nos encontramos esperando que llegue el descanso y/o que termine la noche. En estas horas oscuras, he sido culpable de preocuparme por muchas cosas; pero ni una sola vez me preocupé de que el sol no saldría; incluso la noche más oscura debe dar paso al día.

A medida que nuestra cultura actual continúa ignorando las leyes de Dios y se aleja más de Él, más oscuro se vuelve nuestro mundo. Como cristianos, no estamos exentos de preocupación si olvidamos en la oscuridad lo que aprendimos en la luz. Ahora más que nunca, debemos confiar en Jesús y seguir adelante para conocerlo más a través de la oración y pasando tiempo en la Biblia. A medida que nos aferramos a las promesas de Dios, podemos reclamar Su paz sobrenatural. Cuando se abren nuestros ojos espirituales, la oscuridad debe inclinarse ante la luz que nos permite descansar con la confianza de que la “noche” terminará. Hebreos 11:1 nos asegura que nuestra fe es la certeza en lo que esperamos y convicción en lo que no vemos. El mundo puede estar oscuro, pero cuando vemos a través de los ojos de la fe, podemos regocijarnos en la esperanza, en lugar de estar cautivos por el miedo.

Dios, en Su bondad, nos recuerda cada mañana que el sol es victorioso sobre las tinieblas. Mientras esperamos activamente el regreso glorioso de Jesús, que nuestros corazones encuentren descanso porque pronto el Hijo regresará para ahuyentar las tinieblas para siempre.

ORA:
Querido Señor, estamos muy agradecidos de que Tú seas la luz del mundo que ha vencido la oscuridad. Como Tus hijos, ayúdanos a reflejarte bien brillando intensamente mientras esperamos Tu regreso.

REFLEXIÓN:
“La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: solo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar al odio: sólo el amor puede hacerlo” (Martin Luther King).