Confía en el Señor

¿En quién confías? Realmente nunca tenemos la oportunidad de pensar en estas cosas hasta que estamos en medio de una tormenta o hasta que se prueba la fe. Una relación rota, la pérdida de un ser querido o un problema con tus finanzas pueden hacer que busques a alguien en quien apoyarte o a un amigo que pueda ofrecerte sabiduría, pero puede ser difícil saber en quién confiar. En nuestra hora más oscura, ¿en quién confías?

El diccionario define la confianza como la seguridad en el carácter, la capacidad, la fuerza o la verdad de alguien o algo. La confianza puede ser difícil de aceptar para muchos de nosotros porque vivimos en un mundo roto rodeado de personas imperfectas. Nos sorprendemos cuando los amigos nos decepcionan, ocurren tragedias y nuestros problemas parecen no tener fin. Pero seamos realistas, se supone que las cosas rotas no funcionan bien. Sin embargo, en todo esto, podemos tener paz sabiendo que nada toma a Dios por sorpresa. Hay una cita de Adrian Rogers que dice: “¿Alguna vez se te ha ocurrido que a Dios nunca se le ocurre nada?". Él es poderoso para cambiar todas las cosas para bien de los que le aman, y no solo algunas, sino todas. El problema es que queremos experimentar los milagros de Dios, pero no queremos estar en un lugar donde los necesitemos. Queremos que nuestra fe y confianza aumenten, pero no queremos pasar por el entrenamiento necesario.

La Biblia cuenta la historia de Moisés y los israelitas, que estaban en mal lugar; tenían a los egipcios detrás de ellos y el Mar Rojo frente a ellos, y no tenían opciones. Pero, estaban justo en el centro de la voluntad de Dios. No habrían podido presenciar Su gran poder para separar las aguas si no hubieran estado en una situación imposible.

Al igual que los israelitas, ¿cómo podemos saber personalmente que Dios es digno de confianza y que tiene la capacidad, la fuerza y ​​el poder para resolver nuestros mayores problemas si nunca los tenemos?

Honramos al Señor cuando elegimos confiar en Él. Fe en Él también significa fe en Su habilidad, tiempo y métodos.

Sí, vivimos en un mundo imperfecto, pero tenemos un Dios Perfecto, que nos recuerda que incluso el águila necesita turbulencia para elevarse y volar.

ORA:
Querido Señor, Tú eres fiel, bueno y siempre estás conmigo. Gracias porque puedo confiar en Ti con todo mi corazón.

REFLEXIÓN:
"No siempre podemos seguir la mano de Dios, pero siempre podemos confiar en el corazón de Dios" (Charles Spurgeon).