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Principios del ayuno

Todo cristiano debe ayunar. El Nuevo Testamento y la historia cristiana revelan que el ayuno no solo está permitido, se fomenta. Jesús ayunó durante 40 días antes de comenzar Su ministerio. Todos los apóstoles ayunaron, al igual que la mayoría de los primeros padres de la Iglesia. Los líderes protestantes, como Martín Lutero y Juan Wesley, también ayunaron. El ayuno se promovió durante los avivamientos de los siglos XIX y XX, y en este nuevo milenio.

He aquí algunos principios básicos sobre la disciplina del ayuno:

1. El ayuno es prescindir de la comida para expresar nuestro deseo de Dios. Aunque la gente se abstiene de la televisión, de Internet o de otras cosas por motivos espirituales, esa abstinencia no es estrictamente ayuno. La comida es necesaria para nuestra propia supervivencia, por lo que el ayuno expresa nuestra dependencia de Dios.

2. El ayuno debe practicarse como Dios nos enseña para recibir Su bendición. Nunca ayunes para que los demás te reconozcan, aplaudan o sientan pena por ti. Si ayunamos para que los demás lo noten, perderemos el mayor beneficio de la recompensa de Dios.

3. Hay muchos tipos de ayuno:

a. El ayuno de agua (o normal) consiste en beber solo agua, sin nutrirse de alimentos u otras bebidas. Hechos 13 y Esdras 8 parecen registrar este tipo de ayuno.

b. El ayuno absoluto (o de emergencia) significa que no se consume ningún alimento ni líquido, ni siquiera agua. Ester y Saulo ayunaron de este modo (Ester 4:15-16, Hechos 9:9).

c. El ayuno prolongado es un ayuno de larga duración, normalmente de más de 10 días. Permite el consumo de agua y quizá de otros líquidos (al final de su ayuno de 40 días, Jesús tuvo hambre, no sed; véase Mateo 4:2).

d. El ayuno sobrenatural se hace en presencia de Dios solo por medio de Su provisión. Moisés y Elías pueden haber ayunado de esta manera (Deuteronomio 9:9, Éxodo 34:28; 1 Reyes 19:8).

e. El ayuno parcial (o de Daniel) se practica limitando mucho la ingesta de alimentos. Puede consistir en abstenerse de comer carne o en beber solo jugos. Daniel y tres de sus compañeros participaron en este tipo de ayuno (Daniel 1:12,15).

4. El ayuno debe incluir la oración. Los cristianos ayunan para acercarse a Dios e interceder por los demás. Tanto si utilizamos el Padre Nuestro (Mateo 6:9-13), la oración de Jabes (1 Crónicas 4:9-10) u otros métodos, buscamos escuchar a Dios a través del Espíritu y de las Escrituras. Acceder a una mayor gracia es un resultado maravilloso de disciplinar nuestra vida para Cristo.