Una Persona Conforme Al Corazón De DiosMuestra

David y Betsabé

Probablemente estés familiarizado con el concepto de efecto dominó o reacción en cadena. Este hace referencia a cuando un suceso específico desata otros sucesos de similar o mayor naturaleza.

Un ejemplo de este principio es la catastrófica explosión ocurrida el 4 de agosto de 2020 en la que un cargamento de nitrato de amonio provocó una explosión en Beirut, provocando la muerte de cientos de personas y una devastación sin precedentes. Pero para llegar a esa lamentable situación hubo una serie de errores que se cometieron por años: mal manejo del material incautado en un puerto, obstrucciones burocráticas y negligencia por parte de las autoridades ante los constantes pedidos para deshacerse del producto, etc. Hasta que una chispa fue la última pieza de esa cadena de errores que terminó por causar el trágico desenlace.

En el texto de hoy podemos ver al líder del pueblo de Dios metido en una serie de eventos que por poco acaban con su futuro. Empezamos la porción leyendo que David estaba en su casa en la temporada del año en la que debía estar junto a sus hombres en el campo de batalla (primer error). El relato continúa contando que David se queda viendo a la mujer de otro hombre de forma inapropiada (segundo error) y en lugar de apartarse rápidamente, se deja llevar por la tentación de mandarla a llamar para acostarse con ella (ya entendiste el punto). David después de cometer adulterio, manda a matar al inocente esposo de Betsabé en un intento desesperado e irracional de ocultar las consecuencias de su pecado. Vemos con claridad que pequeñas decisiones erróneas normalmente nos guían a errores más grandes.

Ninguno de nosotros está exento de pecar y hasta los "grandes" hombres y mujeres necesitan constantemente estar alertas para resistir la tentación y alejarse del pecado tan pronto como se atraviesa. Necesitamos trabajar constantemente en nuestro carácter aún antes de que lleguen las pruebas.

Pero sí ya estás metido en medio de una cadena de errores y pecados, debes saber que "el ahora" es el mejor momento de cortar con todo eso y decidir buscar a Dios con todo el corazón. Y si piensas que tienes bajo control una situación que sabes que no es lo que Dios quiere para ti, recuerda que ni aún el gran David logró controlar las consecuencias de una mirada que para él era "inofensiva". ¡Cuidémonos de no caer en una cadena de errores!