Por Más Dura Que Sea La PruebaMuestra

“Aunque pareciera desfallecer sigo firme en la fe”

Normalmente cuando pasas por una prueba algunos de los que se encuentran a tu alrededor procuran en lugar de ser de ayuda, añadir más sufrimiento a tu vida a través de los señalamientos, los juicios, el menosprecio, la burla y el rechazo que ejercen cuando te ven según ellos "derrotado". Dicen por ahí que en las pruebas se conocen los verdaderos amigos y es verdad; una de las grandes lecciones que Dios permite que tengamos en medio de la tribulación, es que aprendamos a depender totalmente de Él y entendamos que sólo Él es digno de confianza, nuestro ayudador en tiempos de aflicción. Probablemente si Él quiere usar a alguien para añadir bendición en esos difíciles momentos que pasamos, lo hará para mostrarnos su bondad, su compasión y su amor, gloria a Dios por aquellas personas que de alguna forma usa para hacernos saber que no estamos solos y que pase lo que pase Él tiene cuidado de nosotros. Sin embargo, normalmente en medio de la prueba Él permite muchas veces que todos a tu alrededor te den la espalda para que con mayor fuerza te aferres a Él, el único en quien puedes hallar lo que necesitas, del único de quien debemos depender.

Puede ser que en medio de la prueba a los ojos de los demás parecieras estar acabado y derrotado. El sufrimiento es tan grande que te puedes sentir diezmado en diferentes áreas; sin embargo, aunque aparentemente te veas derrumbado, en tu interior reposa la fuerza del Espíritu que te lleva a mantenerte plenamente firme y confiado en las promesas del Señor.

Aunque pareciera desfallecer sigo firme en la fe, en la confianza de saber que soy hijo de Dios y que a pesar de lo que pueda afrontar Él nunca me dejará ni me abandonará, porque Él es fiel a su promesa. Puedo estar sin fuerzas pero sigo firme en la esperanza de aquel que una vez decidió rescatarme para salvación y vida eterna; sé que si ha entregado a su Hijo Jesús para salvarme, no hay duda alguna en que podrá rescatarme de esta leve tribulación momentánea que estoy atravesando y que con certeza Él está usando para mostrarme una vez más su gloria, su poder y su amor. Aunque sienta desfallecer no lo haré, no porque esté en mis fuerzas hacerlo, sino porque en mí habita el Espíritu de Dios y Él no me dejará caer. Él a su debido tiempo me levantará y me fortalecerá para que siga avanzando conforme la gloria que me espera en Cristo Jesús.