[Serie La Experiencia del Éxodo] Devocionales de La Experiencia del ÉxodoMuestra

La oración importa

Como líderes, cuando nos encontramos en una Experiencia del Éxodo deberíamos entonces comenzar a reconocer que Dios nos ha colocado en el lugar correcto en el momento correcto para que Él se manifieste en su tiempo, para su gloria y nuestro bien. Cuando Dios lo hace, también Satanás, pero con nuestro enfoque en Cristo, Dios prevalecerá. Hay una herramienta poco utilizada por los líderes que es probablemente la herramienta más poderosa en nuestro cinto de herramientas. Cristo la usaba todos los días y deberíamos ver el valor espiritual y personal de la magnífica herramienta de la oración.

En medio del peor momento en su Experiencia del Éxodo con Faraón y su poderoso ejército marchando hacia ellos, hicieron lo más inesperado y al mismo tiempo lo absolutamente necesario: levantaron sus ojos y clamaron al Señor. Incluso en medio de su temor, a pesar de que vieron el terrible poder del ejército de Faraón, clamaron al único que podía hacerles un camino: el Señor, su Dios.

Debemos aprender dos lecciones acerca de la oración de esta Experiencia del Éxodo. Primero, el pueblo clamó al Señor: oraron con fervor. El fervor proviene de una palabra griega que significa exhaustiva, intensa, concienzuda e incesantemente. Los salmos de David son ejemplos excelentes de una oración ferviente. En el Nuevo Testamento encontramos que la oración ferviente busca a Dios, muestra fe, está basada en Cristo, puede mucho y es agradecida. Santiago nos habla del resultado de la oración ferviente: puede más allá de lo que nos imaginamos. Como líder, la oración ferviente en medio de su Experiencia del Éxodo significa clamar al único que puede librarte.

La segunda lección que aprendemos es que necesitamos orar con expectativa. ¡En el versículo 11 vemos que la nación de Israel no esperaba que Dios se presentara! Clamaron y luego se quejaron con Moisés y con Dios acerca de su aprieto. En lugar de ello nuestra actitud debería reflejar la exhortación de Pablo a los Efesios, cuando les pidió que todo tipo de oraciones al Espíritu Santo por otros creyentes y junto con otros creyentes, vigilantes de que el Señor se manifestaría como lo prometió. Una Experiencia del Éxodo requiere oración tanto ferviente (apasionada, incesante) como expectante (vigilante y confiada). Cuando oramos así, observamos a Dios operar de manera poderosa en medio de nosotros. ¿Por qué? Porque la oración le importa a Dios.