[Serie La Experiencia del Éxodo] Devocionales de La Experiencia del ÉxodoMuestra

Lo hace a su manera

Un líder reconoce que él o ella no puede hacer todo el trabajo por sí solo, aun si tienen dones y talentos. Los grandes líderes reconocen Quién es el que trabaja en ellos y a través de ellos, y que no tienen el control de cómo Dios opera. Algunas veces opera milagrosamente, algunas veces trabaja de manera pragmática y algunas veces lo hace de forma misteriosa. No obstante, los grandes líderes reconocen que Dios está operando.

En dos versículos breves vemos a Dios trabajar a favor de Israel de las tres maneras. Cuando en el versículo dieciséis Moisés con confianza en Dios estiró la mano sobre el mar con la vara en ella, Moisés dice que el Señor hizo que el mar retrocediera. Esto no fue debido a la vara ni a Moisés, sino a la obra milagrosa de Dios, quien cumplió con firmeza su promesa a la nación. El salmista nos dice que cuando clamamos al Señor en nuestro día de angustia, nos librará y lo glorificaremos. Dios también operó de manera milagrosa para Noé, Jonás, Elías, Daniel, María y Pablo. Personas normales a quienes Dios escogió para mostrarse de forma milagrosa.

También opera de manera práctica. Aunque los milagros todavía suceden, Dios los utiliza con moderación. Incluso en las Escrituras, los milagros no fueron la manera primaria en la que Dios operó. La mayoría del tiempo vemos en la Biblia que Dios ayudó a su pueblo en maneras ordinarias y providenciales, y no sobrenaturales. Muchas veces arregla las cosas sin que sus hijos que confían en Él siquiera lo sepan. En esta ocasión, el viento oriental que Dios usó para partir el Mar Rojo fue el mismo viento que trajo las plagas y el mismo viento que fue parte de su creación. Dios operó en lo cotidiano de José, Rut, David, Salomón, Nehemías, Mardoqueo y los discípulos.

Finalmente, Dios también obra de forma misteriosa. Vance Havner dijo en cierta ocasión: «En algunos de nuestros días Dios pone un comentario: “¡Lo explicaré después!”». Juan nos dice que Jesús dijo: «Lo que hago no lo entiendes en este momento, pero lo entenderás después». Para Moisés e Israel, de alguna manera, cuando Dios partió las olas, ¡la tierra debajo de sus pies estaba seca y el agua, a cada costado suyo, era tan alta como el muro de una ciudad! ¿Cómo y por qué lo hizo? La respuesta es la misma para la Resurrección, la Ascensión y Pentecostés. Solo Dios sabe y nos pide que confiemos en Él. ¿Confías en que te librará de esta manera?