[Serie La Experiencia del Éxodo] Devocionales de La Experiencia del ÉxodoMuestra

Rodeado

Quizá como líder te sientas solo en tu trabajo y en tu vida. Esta lección está dirigida específicamente a ti y es una que hay que tomar profundamente a pecho: ¡estás rodeado por Dios mismo!

Moisés describe lo que sucedió después cuando el Ángel del Señor iba delante del campamento. De hecho, dice que el Ángel iba delante de ellos, detrás de ellos y que vino entre el campamento de los egipcios y el de los israelitas. El Ángel del Señor los rodeaba por completo. El Ángel hizo exactamente lo que Dios había prometido. David nos dice en los Salmos que Dios rodea a su pueblo y el Salmo 23 nos dice que incluso en el valle de sombra de muerte, Dios está con nosotros. Dios promete manifestarse y en nuestras Experiencias del Éxodo necesitamos vislumbrar la presencia de Dios porque ¡ÉL ESTÁ ALLÍ! Búscalo en la vida diaria.

No solo necesitamos vislumbrar su presencia, necesitamos conectarnos con su presencia. Santiago nos dice que cuando nos acercamos a Dios, Él se acerca a nosotros. Qué pensamiento tan increíble. ¿Quieres experimentar la presencia de Dios y conectarte con Él? Acércate a Él. La mejor manera de desarrollar una consciencia comprometida de la presencia de Dios es hablarle con frecuencia en oración (porque la oración es importante para Dios); estar en su Palabra (llegar a conocerlo mejor); y buscarlo: conectarnos con Él todos los días, porque Él quiere estar con nosotros.

A medida que la nube los guiaba de día y el fuego de noche, Dios los protegió y los dirigió. Se volvió su luz para conducirlos y se convirtió en oscuridad para los egipcios, con el fin de ocultarlos cuando levantaran el campamento. Los hijos de Dios experimentaron su presencia y tú también puedes hacerlo. ¡Dios está logrando tanto en nosotros, alrededor de nosotros y a través de nosotros! Necesitamos que se nos recuerde con constancia que no estamos solos en nuestras Experiencias del Éxodo. Necesitamos vislumbrar su presencia: porque Él está ahí; conectarnos con su presencia: porque quiere estar con nosotros; y experimentar su presencia: porque estamos rodeados de Él como prometió. Estás rodeado por Dios. ¿Lo crees?