[Serie Nuestra historia–Un repaso bíblico para católicos] El pentateucoMuestra

Génesis–el principio

En el principio… es con estas palabras que comienza el relato del principio de todas las cosas. La pieza inicial de nuestro rompecabezas. El tema principal de este libro son los comienzos del universo, de la humanidad y del pueblo escogido por Dios. Los personajes principales son: Adán y Eva, Noé, Abram y Sara, Isaac y Rebeca; Agar y su hijo Ismael; Jacob y su hermano Esaú; José y sus once hermanos. 

Sin lugar a duda hablaremos de historia, la historia bíblica en el fondo es la historia de la persona más interesante del universo –Dios. Pero al mismo tiempo es la historia de todos, tu historia, la mía, la historia de la creación.

Vemos a Dios en actividad, a Dios creador y diseñador, el diseñador divino con increíble intencionalidad creando todo lo que nuestros ojos pueden ver y apreciar. Y además, creando a la humanidad a su imagen y semejanza. Por ende, somos seres complejos diseñados para intimidad. Intimidad con nuestro creador, esto es lo que vemos en el Jardín del Edén. A Dios que camina y visita al hombre y a la mujer acompañándolos en la tarea del cuidado del Jardín y de todo lo que en él había. El hombre y la mujer poseen identidad, inteligencia, dignidad y autoridad. Todas estas características del ser humano. 

Es el comienzo de muchas familias, Adán y Eva, Caín y Abel, Noé y su familia, la torre de Babel. En estos primeros once capítulos vemos historias de la humanidad en general, pero a partir del capítulo doce, la historia se concentrará en una figura y en sus descendientes. La figura de Abram, el padre de la fe.

Dios llama a Abram en el capítulo 12 de Génesis, unos 2000 años A.C. Abram vivía en Ur de los caldeos (caldea=actual Irak). Con él, establece una alianza, un pacto, y cambia su nombre de Abram, que significa padre excelso, a Abraham –padre de multitudes. Esta alianza tiene una triple promesa de bendición para Abraham por su fidelidad y se extiende a sus descendientes, Isaac, Jacob.

También Jacob cambiará de nombre, Dios le llama Israel (el que lucha con Dios). Jacob significa tramposo, embustero, de hecho, es a través de la trampa que obtiene su primogenitura. Pero a pesar de ello, Jacob busca a Dios y está tan desesperado por ser bendecido que «lucha con Dios». De allí su nombre. Dios le bendice y lo elige para que la bendición repose sobre él. 

Israel tendrá doce hijos (cada uno representa una de las doce tribus de Israel). Entre ellos, un nombre nos llama la atención –José. Sus hermanos lo venden a unos mercaderes como esclavo y termina en Egipto. Allí por una serie de sucesos divinos, llega a ser la mano derecha del faraón. Es en Egipto donde el pueblo de Dios se multiplica notablemente, pasan de ser setenta a convertirse en un pueblo de miles. Y será por este motivo que, al cambiar el rey, el nuevo faraón los esclaviza. 

Cada historia que leas te mostrará a seres imperfectos, que fallan una y otra vez, pero que a pesar de ello; Dios escoge, ama y decide relacionarse con ellos. Así de increíble es el amor de Dios, es su magnánima personalidad lo que nos deja atónitos al leer cada página de las Sagradas Escrituras. Es el descubrimiento del ser más maravilloso del universo –nuestro amado Dios.