Lo que ya hizo por nosotrosMuestra

Tenemos redención

En nuestra vida, podemos tener cosas sin saber que nos pertenecen. Tú ya tienes redención lo sepas o no lo sepas. Hay personas que tienen úlcera y pueden estar años sin saber que lo tienen. Hay personas que tienen cáncer y por años no lo saben. Hay personas que tienen diabetes y nunca se han dado cuenta. Hay personas que tienen traumas emocionales y no saben que lo tienen. Hay personas que tienen derechos y privilegios y tampoco lo saben. 

Pero es importante que sepas y entiendas que tienes redención. La palabra griega para redención es «apolutrosis», que quiere decir liberar o desatar por efecto de un pago. Tu vida fue liberada por efecto de un pago que alguien hizo por ti. En el derecho romano, esta palabra redención, era el término jurídico al último pago que se realizaba sobre algo que se pagaba a cuotas, con ese pago se entregaba el título de pertenencia. Cuando hoy haces el último pago de tu casa, es importante, porque hasta ese momento tu casa tiene un gravamen; cuando haces el pago de redención, se te da el título de pertenencia, las escrituras de tu propiedad. 

Cristo dio el pago final sobre tu vida. No tiene que hacer nada más para completar la obra, no tiene que pelear con nadie para ganar la pertenencia de tu vida. Ni aquí, ni en el mundo espiritual, ni en el futuro, Él ya hizo todo, ya te redimió, le perteneces, porque Él ya hizo la obra. Ya fuiste comprado y le perteneces, eres de Él, por Él y para Él. Porque fuiste redimido, Él te compró y el último pago fue en la cruz, fue la obra completa. Fue un sacrificio perfecto con el que santificó e hizo perfectos a todos los hombres y también les dio sabiduría y entendimiento.

Sabiduría y entendimiento

Ya tenemos sabiduría y ya tenemos entendimiento pero debemos desarrollar ese entendimiento y sabiduría con la lectura, el estudio y el escudriñar de las Escrituras; por el Espíritu que habita en nosotros. Es como debemos crecer en el entendimiento en el Espíritu. Por carecer de sabiduría en el Espíritu, muchas veces no discernimos la obra de Dios, y por no discernirlo, no experimentamos toda la riqueza de Dios. 

No podemos vivir en plenitud lo que no entendemos. No podemos hacer lo que nos dicen en un lenguaje que no entendemos. Es necesario crecer en sabiduría divina, en entendimiento, para que podamos obtener, todo lo que Dios ha dispuesto para nosotros, todas las riquezas de la sabiduría en Cristo; y vivamos en la tierra, de manera que hagamos todo como manifestación del poder y de la obra de Dios en nuestra vida.