Lo que ya hizo por nosotrosMuestra

Nos predestinó

La predestinación, ha sido un tema de conflicto por mucho tiempo en la iglesia, el calvinismo y el arminianismo han pugnado entre sí por años, como resultado solamente vemos muchas divisiones entre los hermanos en Cristo, y varios libros escritos sobre el tema. La predestinación, nos habla más bien de un diseño, el propósito por el cual hemos sido creados. 

Todo lo que se ha creado, funciona con base en que alguien los predestinó para algo. Todo lo que hacemos es por una razón. El teléfono por ejemplo, es producto de que el creador lo predestinó para un propósito, rápida comunicación. Una aspiradora fue predestinada, diseñada, para aspirar el polvo que se acumula en la alfombra o en los pisos. Por eso tiene esa forma, porque fue predestinada para ese propósito específico. Si me pongo a aspirar el jardín con la aspiradora para quitar la tierra que está allí, esa aspiradora se va a descomponer, dejará de funcionar. No podemos decir entonces, ¡qué mala aspiradora, el fabricante es irresponsable no sabe lo que hace! ¿Será que el fabricante no hizo bien la aspiradora? Lo que sucede es que la señora que salió a aspirar el jardín, no la usó conforme al diseño para lo cual esa aspiradora fue predestinada. Así el hombre, fue predestinado para ser adoptado hijo de Dios por medio de Jesucristo. 

Si la persona no camina y funciona en el diseño de ser un hijo de Dios, para lo que el fabricante lo diseñó y predestinó, entonces esa persona va a fracasar, su matrimonio, la relación con sus hijos, su cuerpo, la función que está haciendo en la sociedad, fracasa. Porque no está haciendo esas cosas como lo que fue predestinado: como un hijo de Dios.

La predestinación, nos debe dar certeza, porque la historia del hombre no se encuentra a la deriva para ver qué pasa. Es como cuando ves una película, y la miras hasta a la mitad, ya sabes los personajes que van a llegar hasta el final y también, quiénes van a acabar mal. Porque sabes que el guionista, predestinó quiénes van a acabar bien y quienes van a acabar mal. 

Pero te cuento que conozco el libreto de nuestras vidas, y aunque parezca que las cosas van a acabar mal, en Cristo somos más que vencedores. Tu personaje en el libreto tiene un final feliz, porque quien empezó la buena obra en ti la va a perfeccionar y a terminar, porque Dios no deja las cosas inconclusas. Fuimos predestinados para prevalecer, vencer, dominar, avanzar, reinar con Cristo. Así que no actúes con un libreto equivocado, ni te confundas de obra, porque estás aquí para ser un hijo de Dios y tu obra va a terminar bien.