Una sacudida de gozoMuestra

Los pastores estaban pasando frío en la oscuridad de la noche de Belén, alrededor de un fuego que emitía pequeñas chispas de luz y algo de calor de vez en cuando. Los pastores no eran educados, miembros humildes de la sociedad con suciedad en el cuerpo y ovejas babeando entre sus pies. Los pastores nunca tuvieron mucha esperanza de mejoras significativas... ninguna esperanza de tener una tierra propia... o de prosperar en la vida. Sus vidas sin propósito nunca cambiaban... noche tras noche tenían que llevar ovejas a pastar, con el aburrimiento de las bromas de siempre alrededor de un fuego arcaico. Su mundo se centraba alrededor de las ovejas incansables, desobedientes, quejicas e infestadas de piojos. ¡¿Y piensas que tu vida está tan mal?!





Una de esas noches, mientras temblaban e intentaban permanecer despiertos, el cielo explotó en su mundo oscuro y pequeño. La canción de los ángeles explotó en tierra de guerra y proclamó el gozo del cielo en su existencia fría y oscura. Las estrellas cayeron en gloriosos y raros colores cuando el cielo se abría, y un coro de ángeles cantaba gloriosamente una sinfonía poderosa que aún puede ser oída hoy.





"¡Porque he aquí, Yo traigo buenas nuevas de gran GOZO que será para todos los pueblos!".





Jesús invadió nuestro mundo con gozo y y aún sigue siendo su regalo para nosotros hoy día. Su presencia en nuestra vida hace que la oscuridad desaparezca milagrosamente y haga brotar la esperanza.





¡La primera palabra usada para describir el nacimiento de Jesús fue la palabra "gozo"! Y creo que debería ser también la primera palabra usada para describirte también a ti. El gozo es la marca de nacimiento de un cristiano y debería rezumar de cada poro emocional y espiritual de nuestro cuerpo. Has sido formado para vivir con el gozo del cielo y ahora es tu turno de cantar la canción de los ángeles.





El propósito de tu vida es llevar la presencia de Cristo a este mundo frío y sin esperanza. María fue la primera mensajera del Cristo niño para que nosotros, también, podamos ser mensajeros del ADN divino. Este ADN divino se pronuncia "G-O-Z-O" y el frío y oscuro mundo en el que vivimos lo necesita desesperadamente.