Una sacudida de gozoMuestra

No soy doctor, ¡pero tengo una receta para ti!





Si estás batallando con la depresión o la tristeza, practica la alabanza y la música de adoración tres veces al día. Quizá quieras levantar tus manos en alabanza o quedarte sentado tranquilo o disfrutar de la paz que emana de su presencia. Para todos los valientes de corazón, quiero animados a uniros con David incluso en la danza delante del Señor. Pasa 5-10 minutos cada mañana, a mediodía o por la noche cantando con un CD y alaba desde el corazón.





Si esta receta sola no es suficiente para ti, prueba con esta: abre tu Biblia tres veces al día y lee un versículo o dos. Si estás angustiado por la tristeza, simplemente comienza con el Libro de los Salmos y lee 3-5 versículos a la vez. Deja que las palabras del salmista cubran tu alma y te demuestren el poder sanador en tu vida.





Tres veces al día, pasa unos minutos en oración, orando por otros. Hazte con un diario de oración y escribe las necesidades de otras personas y sus peticiones. Cuando te entregas a los demás orando por ellos, las bendiciones y la fortaleza vendrán a ti de vuelta sobre tu vida.





Y, para acabar, una vez a la semana, pasa algún tiempo sirviendo a alguien. Cuidando al bebé de una madre joven que necesita un tiempo de descanso. Llevando a una viuda a tomar un café y escuchando su corazón. Ofreciendo una comida a alguien que no se está sintiendo bien. Nunca subestimes el poder de la amabilidad. La amabilidad es la hermana gemela del gozo... ¡no puedes tener una sin la otra!