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Libérame de las prisiones mentales: Ansiedad

¿Ha tenido ataques de pánico? ¿Ha habido ocasiones en las que ha sentido que su vida está siendo arrastrada por un torbellino de cosas malas y que está indefenso? ¿Se ha sentido agotado porque le preocupa que su vida parece que está al borde del abismo? ¿Supone que todas las cosas van a empeorar? ¿Su mente se agita mientras trata de dormir? ¿Se sobresalta cuando suena el teléfono, temiendo llaman para decirle que sus seres amados han muerto en una zanja?

Descanse. Usted fue creado por un genio amoroso y omnipotente que lo ha diseñado para una vida de alegría, no de miedo. Usted fue rescatado por el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que vivió por usted, murió por usted, resucitó como primicias de su resurrección, y le asegura el perdón porque es su intercesor personal. Sus necesidades le importan al Padre celestial, sólo tiene que pedir.

“Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6,7).

Los amorosos deseos del Padre para usted son cumplidos por legiones santos y poderosos ángeles que se apresuran a cumplir sus órdenes. Usted es amado. Usted está seguro. Usted es inmortal.