PARA TU MUNDO - SDVMuestra

No solo quiero una palabra, me interesa el autor.

¿Alguna vez te ha pasado que escuchas mucho acerca de una persona, casi al punto de pensar saber todo de ella, pero nunca la has conocido? Conoces todo acerca de ellos, pero no los conoces personalmente.

Muchas veces en nuestro caminar con Cristo cometemos el error de reemplazar el conocerlo personalmente por aquellas costumbres, hábitos o conocimientos por los cuales podemos jactarnos pretendiendo tener una gran madurez cristiana.

Sin embargo, en Filipenses 3 Pablo reflexiona del poco valor que tienen las demás cosas en comparación con realmente conocer a Cristo.

Filipenses 3:8-9 (NTV)“Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo 9 y llegar a ser uno con él".

“Todo lo demás no vale de nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo”.

Un hombre con el nivel de conocimiento y desarrollo de Pablo después de experimentar un encuentro con Jesús consideró lo demás como basura en comparación. Entonces, mi pregunta para ti hoy es: ¿Has llegado a conocer al autor de aquello que crees y estás desarrollando en tu fe?

El problema de los fariseos fue que se enamoraron más de la letra que del autor, dejando así que su fe se convirtiera en una serie de parámetros por cumplir sin entender el corazón de aquel que los inspiró en primer lugar.

Apartados de Él nada tiene valor, podemos estar conociendo todo acerca de Él y aun así no conocerlo a Él dejando que poco a poco nuestra fe se seque por completo y Jesús lo planteó así:

Juan 15:5 (NTV) Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.

Pregunta para reflexionar:

• ¿Qué tanto te interesa el autor?