De paso, pero dejando huellaMuestra

Deja huella

Sé ese instrumento que Dios use para que su obra se cumpla, no pienses que no tienes mucho que dar, no pienses que donde estás no puedes hacer tanto, no creas que por tu pasado no puedes servirle a Dios, no pienses que por tu edad estás limitado. Nuestro Dios no ve eso, cuando más débil eres, Dios te hace más fuerte. Recuerda 2 Cor. 12:9: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”.

Permite que el Señor obre a través de ti. No importa si lo que haces no lo ven los demás, no importa si los demás te gratifican o no. Lo que importa es lo que el Señor ve en ti. Ten un corazón dispuesto, sé obediente a Su Palabra, a Su voluntad y deja huella en este mundo, una huella que, aunque los demás no la vean el Señor desde las alturas la vea todos los días.

No sabemos qué pasa con José al final, la Biblia no nos indica que fue de él, pero en algún momento partió de este mundo, se desvaneció como neblina, el viento sopló y pereció y hoy se goza en los cielos con nuestro Dios. Él y muchos hombres y mujeres han pasado por esta Tierra, son al igual que nosotros un puntito en esa larguísima línea llamada eternidad, su paso por este mundo fue fugaz. En ese fugaz pasar por esta vida dejó huella, cumplió con el propósito que Dios le dio, fue parte de su obra, dio lo que tenía, usó lo que pudo y lo hizo de corazón, en obediencia y fidelidad a Dios. En la misma línea en que su puntito se encuentra, estamos nosotros, estás tú. Estamos de paso, somos forasteros, peregrinos, pero con un propósito, glorificar a nuestro Dios.

Que tu paso por este mundo no sea así, sólo de paso, deja huella, sirve en tu trabajo, en tu escuela, en la iglesia. Recuerda que lo que haces, lo haces para el Señor, porque es ahí, en donde estás, con lo que te dio, con lo que hay a tu alcance, que puedes servirle y glorificar a nuestro Dios.

Que la gracia de nuestro Señor te muestre su buena voluntad y te produzca el querer como el hacer y veas sus promesas cumplir en tu vida y en las de otros gracias a ti y a tu servicio. Que el Señor te bendiga y muestre su gloria sobre ti.

Amén.

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