El Cristiano Y La Política ¿Es Posible Una Transformación?Muestra

¡Ahora veo claramente!

El evangelio según San Marcos nos relata la historia de un ciego que fue sanado por Jesús que escupió en sus ojos para sanarlo. Primeramente, el ciego sólo logró empezar a ver algo. Confuso. Veía hombres como árboles. Pero luego, el Señor le puso otra vez las manos sobre los ojos; y fue restablecido, y vio de lejos y nítidamente todo (Marcos 8.23-25).

Por mucho tiempo, como Iglesia hemos estado ciegos en algunos aspectos puntuales pero fundamentales acerca del propósito eterno de Dios, su voluntad y cómo avanzar en obediencia a ellos.

Pero en esta temporada, estamos ingresando, al igual que el ciego sanado por Jesús, en una temporada de centralidad teológica en Cristo, en la que la manifestación de su vida y voluntad crece en nuestros corazones y en nuestras vidas. Donde su plenitud empieza a aumentar maravillosamente. Mujeres y hombres estamos siendo movidos por el Espíritu Santo a comprender cabalmente el eterno y verdadero propósito de Dios para el mundo a través de su Iglesia. Abandonando compromisos con la vanidad de este siglo, rendimos nuestras vidas plenas a la dirección del Espíritu, tomando decisiones de efectos eternos. Estamos viendo más claramente el interés del Padre. Y comprendiendo cómo obrar para llenarlo todo de Cristo en la eternidad presente.

Preparar hombres y mujeres santos para la administración pública empieza a tener sentido. Comprender a las empresa y los emprendimientos como oportunidades de manifestación del Reino tiene ahora más sentido. Invertir en el discipulado de jóvenes para crear en ellos corazones justos y mentes académicas (preparadas en formaciones técnicas, universitarias y carreras profesionales) ya no es una confrontación con el pecado, sino una posibilidad estratégica para la gran comisión de la Iglesia (Mateo 28.16).

El entendimiento sobre que crear conciencia ecológica es menester de la Iglesia, más que de grupos ecologistas ateos y anticristianos aumenta en nuestros días. Enseñar la sexualidad desde la verdad de Cristo comienza a ser (para los cristianos reformados por una mayor revelación del Espíritu) como una prioridad urgente y expresión de un amor sobrenatural por los perdidos y las próximas generaciones. Muchos santos están empezando a rendir sus vidas a la causa del Evangelio, ofrendándose como misioneros en los sistemas públicos de enseñanza, en las aulas escolares, donde se debate en gran medida la formación de las futuras generaciones.

Reconciliarlo todo empieza a ser más claro para muchos miembros del cuerpo de Cristo. Y por eso, ya no es tan disruptivo comprender y aceptar que la vida de Cristo va en busca de ciudades, de sistemas, de vidas, de temas, culturas o segmentos sociales. Y que los santos están siendo paulatinamente perfeccionados para acudir a la voz de este clamor establecido en la voluntad del Padre.

Sin temor (1 Juan 4:18). Llenos de Su amor. Envueltos en la atmósfera eterna de una fe viva y transformadora (2 Corintios 3:18). Que vence al mundo (1 Juan 5:1-5). Que deshace las obras del diablo (1 Juan 3:8). Que restaura y transforma todo a su paso (2 Corintios 5:18). En la plenitud de Cristo. En el obrar del Espíritu Santo, siendo perfeccionados, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:11).

ORACIÓN: Amado Cristo, todo el mundo es tuyo. Todo lo que existe te pertenece. Y, hoy, nosotros tu Iglesia nos rendimos a tus pies para que tu vida, amor, poder y eternidad se manifiesten en toda esta creación maravillosa. El mundo entero es nuestro campo misionero. Y deseamos llenarlo todo de ti. En el nombre que es sobre todo nombre: ¡JESUCRISTO! AMÉN.