Dame a Mí PrimeroMuestra

La historia de la viuda de Sarepta es usada, la mayoría de las veces, para hablar de fe, provisión económica u obediencia. Quizá te preguntes qué tiene que ver este pasaje bíblico con la adoración. ¡Parece que no hay ninguna relación entre ellos! Sin embargo, la adoración es mucho más que música lenta, acordes, letras o levantar las manos. Primeramente, debemos dejar claro que la adoración es un estilo de vida. Es obediencia, un corazón contrito y humillado. La adoración es nuestro primer llamado.

La viuda de Sarepta y su hijo estaban destinados a morir ese día, pero ella comprendió que su situación era pequeña para un Dios tan grande. Se determinó a atender la voz de Dios a través del profeta y adoró con lo último que tenía.

Por otro lado, en Marcos 12:41-44 mientras otros daban de lo que les sobraba, la viuda pobre dio lo único que poseía, y ese acto de adoración genuina provocó que Jesús la mirara con agrado. Por eso, no puedes permitir que ninguna situación determine cómo o cuándo debes adorar.

El escritor A. W. Tozer dejó estas palabras en su libro "Diseñados para adorar", el cual ha bendecido mi vida de una manera impresionante: "Usted seguirá adorando a Dios mucho después de que todo lo demás haya dejado de existir. Es una lástima si no aprende a adorarlo ahora, para evitar aprender apresuradamente en el último examen".

Procura entender aquí y ahora que adorar a Dios es una necesidad. ¡Dale a Él primero! Que tu adoración para el Señor sea lo más esencial en tu vida cotidiana. Adorar a Dios es rendirse delante de Él. Jesús nos dejó este modelo de vida. Si queremos ser sus discípulos, debemos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz cada día y seguirle, renunciando a nuestros deleites, intereses personales, ambiciones y afanes.

Por último, quiero dejar estas palabras en tu corazón este primer día, deseando que mañana regreses con un anhelo más grande de leer: Que adorar a Dios no se convierta en algo más de tu apretada agenda, sino en la mayor pasión de tu vida. Que sea lo primero que hagas cada mañana y lo último cada noche.