La Mayordomía Del Tiempo Y Del DineroMuestra

LA GENEROSIDAD DE NUESTRO CORAZÓN QUE PRODUCE EL EVANGELIO TRAE ALEGRÍA Y NOS DISCIPLINA PARA VIVIR DEPENDIENTES DE DIOS Y SIRVIENDO A OTROS.

Recuerdo un halago muy especial que uno de mis pastores hizo a mi esposo luego de su entrevista de membresía. El pastor le dijo: “Hemos visto que el evangelio de Cristo te ha hecho generoso con tu servicio, tu tiempo y tu dinero”. Este halago quedó en mi corazón porque me dejó reflexionando acerca de la eficacia del evangelio, que no es solo un mensaje de salvación, sino que es el poderoso mensaje de salvación que siempre necesito recordar.

¿Cómo nos cambia el evangelio de manera que dejemos de pensar en nosotras para pensar en otros? Cuando nos desprendemos de aquello que un día amábamos tanto, sabemos que estamos amando más a Cristo, quien nos hace completas. A partir de esta verdad podemos compartir con otros nuestro tiempo, dinero y servicio con alegría. Ahora bien, este versículo trata acerca de la ofrenda que proponemos dar en nuestro corazón, sin embargo, esta ofrenda no puede darse con alegría si la motivación de nuestro corazón es recibir el doble de parte de Dios para que yo acumule tesoros en la tierra.

El propósito por el cual somos generosas con la ofrenda en nuestra iglesia local, con nuestros hermanos y hermanas en necesidad es porque el evangelio nos está cambiando. Una de las razones por las cuales nos cuesta desprendernos del dinero es porque no confiamos en que Dios realmente provee para nuestras necesidades mientras nosotras somos canales de provisión de Dios para otros. Quizás no siempre es dinero, puede ser también tiempo, ayuda o compartir de lo que tienes. Lo que este versículo resalta es que lo hagamos con un corazón alegre.

La generosidad es un fruto que demuestra que nos sabemos completas en Cristo. Dispón tu corazón para apartar de tu dinero en miras de las necesidades de tu iglesia local o su misión, o de las necesidades de otros, de manera que encuentres regocijo en dar más que en recibir porque te sabes completa y cuidada en el Señor.

• Aprende: ¿Por qué debemos dar con alegría?
• Vive: Lee 1 Corintios 16:1-2. ¿De qué habla este pasaje? ¿Qué nos está enseñando Pablo? ¿Cómo puedes aplicarlo?
• Lidera: Ora para que el Señor te use en provisión hacia donde se necesita.

Oración

Señor, te pedimos que nos ayudes a ser más generosas con la provisión que nos das. Gracias por la que nos has dado, aun si no es la que yo quisiera, tú siempre estás a nuestro cuidado. Te pedimos que nos ayudes a desprendernos del dinero, a enamorarnos cada vez más de Cristo en el conocimiento del evangelio para dar con alegría y ser de bendición para otros. En Jesús, amén.