La Mayordomía Del Tiempo Y Del DineroMuestra

LOS DÍAS SON CORTOS Y PASAN RÁPIDO, ¿CÓMO LOS ESTÁS VIVIENDO? APROVECHA CADA DÍA PARA VIVIR COMO SI MAÑANA FUERAS A ENCONTRARTE CON EL SEÑOR.

Una buena mayordomía incluye aprovechar cada día, es decir cada momento del día porque no sabemos cuántos días estaremos con vida. La verdad es que nadie sabe cómo será el día de mañana. Santiago nos exhorta de una manera práctica pero profunda al recordar lo frágiles que somos y lo repentina que es la vida.

¿Cómo estamos usando nuestros días? ¿Vives como si tu vida no fuera a terminar? ¿Qué haces cada día que tiene significado eterno? ¿Cómo tratas a tu esposo? ¿Cómo tratas a tus hijos, a tu familia, a tus vecinos? ¿En qué inviertes cada día de cara a la eternidad? Lo cierto es que la mejor manera de invertir cada día es cuando lo que hacemos tiene en cuenta la eternidad.

Bien se ha dicho que el tiempo no se puede recuperar, pero sí podemos hacer de cada día uno mejor. No hay tiempo para lamentarnos, necesitamos despojarnos de la frustración, del pasado, de lo que no podemos resolver ni controlar, del miedo y la ansiedad a medida que nos enriquecemos más de la Palabra de Dios que nos guía y provee sabiduría.

Cada momento de cada día te está llamado a crecer a la semejanza de Cristo, te provee una oportunidad de perdonar y dejar el rencor que te envenena el alma, te invita a abrazar más, a visitar más, a estar presente en la vida de otros, a no posponer las llamadas de reconciliación, a no retrasar la oración por tu familiar no creyente y te ofrece la maravillosa oportunidad de volver a empezar, todo gracias a la misericordia de Dios. Aprovecha cada día y cada momento para la gloria de Dios.

• Aprende: ¿Qué significa aprovechar cada día?
• Vive: Lee Eclesiastés 12:1, 12:7-8 y 12:13. ¿De qué está hablando Salomón? ¿Qué te está diciendo acerca de aprovechar bien tus días? ¿Qué cambios necesitas hacer hoy?
• Lidera: ¿Hay alguna persona a quien necesitas dedicarle más tiempo en tu día?

Oración

Señor, no hay nadie más importante para nosotras que Tú. Perdónanos por no aprovechar cada día que nos has dado para hacer lo que nos mandas hacer con lo que tenemos y con quienes tenemos. Perdónanos si olvidamos que no somos eternas, y que, aunque nuestra salvación está asegurada, aún nos tienes con vida con el propósito de reflejarte en nuestras relaciones cada día. Ayúdanos a perseverar y a vivir como si mañana te viéramos. En Jesús, amén.