Hay esperanza, fe en tiempos de incertidumbreMuestra

La vida de fe no está exenta de dificultades. De hecho, vivirla implica desafíos que los seguidores de Jesús han enfrentado a lo largo de toda la historia. Y es que, el enemigo siempre querrá interponerse cuando estamos haciendo la obra de Dios y cuando empezamos a obedecerle a Él con todo el corazón.

Esto era lo que estaba pasando con los creyentes de la iglesia de la ciudad griega de Tesalónica. Después de haberse apartado de los ídolos que tenían, de empezar a llevar una vida digna del evangelio y de comenzar a predicar la buena noticia aún más allá de su propia ciudad, la persecución y las dificultades llegaron.

Pablo mismo, su líder, quien en ese momento se encontraba lejos físicamente de ellos, les expresa que había intentado ir a visitarlos pero que el enemigo se lo había impedido, describiendo la oposición que él también estaba experimentando.

A pesar de todo, en este fragmento de la carta, podemos ver cómo los Tesalonicenses permanecieron firmes en la fe y seguían cultivando el amor entre ellos. Es más, según el informe que da Timoteo, seguían recordando las palabras de sus líderes en su última visita y cómo los habían animado en el pasado a llevar una vida que agrada a Dios.

Hoy, muchos de nosotros podemos estar pasando dificultades o experimentando desánimo en nuestra decisión de seguir a Jesús y de cumplir con la tarea de llevar su amor a otros. Puede suceder al interior de nuestras familias, en nuestros lugares de estudio o de trabajo, o en el mismo contexto de la iglesia en medio de nuestro servicio.

Pero, Pablo nos anima a varias cosas. Por un lado, a entender que las dificultades son parte de la vida de fe, y a ser conscientes de que hay un enemigo que no está interesado en nuestro bienestar ni en el de los demás, por lo que buscará engañarnos y hacernos desfallecer. Y por el otro, a decidir seguir firmes en lo que hemos aprendido y recibido antes, permaneciendo en el amor y procurando que este sobreabunde porque Jesús regresará un día y todo, TODO, habrá valido la pena.