Inmune Al Temor – Semana 2Muestra

El lugar más seguro de la tierra: “en Cristo”

Lo contrario al temor es la fe. Pero ¿qué es la fe verdadera? Confiar completamente en Jesucristo es tener fe auténtica. Confiamos en Cristo de manera más profunda que en cualquier otra persona o cosa. Implica rendirse y dejar que Él tome el control, no solo de un área de nuestra vida sino de toda ella.

Pedro mostró esta clase de fe cuando salió de la barca para caminar sobre al agua hacia el Señor (Mateo 14:22-33). A veces, Pedro recibe críticas por permitir que el miedo a las olas hiciera tambalear su decisión, ¡pero el resto de discípulos ni siquiera intentaron salir de la barca! Pedro tuvo fe en quién era Jesús y, gracias a esa relación, se atrevió a salir. Pero, cuando quitó sus ojos del Señor, vio el viento y las olas venir hacia él y tuvo miedo, gritando: “Señor, ¡sálvame!”. Jesús extendió Su mano hacia él inmediatamente y lo agarró.

Si el Señor va a impedir que usted se hunda, Él debe agarrarle con fuerza. Eso es lo que Pablo deseaba para sus nuevos convertidos a Cristo. “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23).

Jesús tan solo puede salvar lo que le entregamos, y por eso debemos darle todo (el pastel completo; cuerpo, alma y espíritu) y rendirnos ante su cuidado integral por siempre. Es una confianza total en quién es Él porque creer es una relación. Y no me refiero al mismo tipo de relación que le une con su tía María, a la que nunca ha conocido. ¡Nuestra relación con Jesús es una relación viva y floreciente! Nos entregamos por completo a Él, y Él se entrega a nosotros. Nos convertimos en “participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4).

El Apóstol Pablo usa una expresión maravillosa para describir esta relación: “en Cristo”. Por ejemplo, “si alguno está en Cristo, nueva criatura es” (2 Corintios 5:17) y “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1). La fe más simple en Cristo tiene este asombroso efecto, y toda fe verdadera es simple de por sí. ¡Incluso un niño puede entenderla! No es como hacer álgebra para encontrar el valor de X. La persona más simple puede creer y disfrutar de los mismos beneficios que la más sabia. Jesús entendía toda la jerga religiosa de los escribas, la cual las personas ordinarias no podían apreciar, pero la gente común escuchaba a Jesús atentamente. Él hablaba acerca de fe, pero de manera diferente. “Vengan a mí”. “Si me aman”. “Descansen en mí”. “Síganme”. La fe no es una acción religiosa en particular, sino la transferencia completa de responsabilidad sobre nuestra vida a Dios cuando nuestros propios recursos no son suficientes. ¡La fe es una fusión espiritual que nos hace uno con Cristo!