Inmune Al Temor – Semana 2Muestra

¡El remedio!

El Evangelista Reinhard Bonnke contó una vez una historia acerca de un hombre que le dijo que él también era un “guía espiritual”. Sin embargo, el hombre no creía que Jesucristo es el Hijo de Dios, ni que la Biblia es la Palabra de Dios. Reinhard se preguntaba cómo es que este “guía” guiaba a la gente, así que le preguntó: “Cuando vienen a usted, ¿luego se van con el corazón roto?”. “Oh no”, le aseguró el hombre, “yo solo les calmo”. Reinhard lo miró a los ojos y le dijo: “Señor, un hombre que está naufragando necesita algo más que un calmante. No lo tranquilice; ¡ya se está ahogando! Cuando Jesús llega a un hombre que está naufragando, no le da una pastilla de Valium y le dice: ‘muera en paz’. Por el contrario, extiende Su mano, que lleva las cicatrices de los clavos, lo agarra, lo levanta y le dice: ‘Porque yo vivo, vosotros también viviréis’” (Juan 14:19). ¡Este es el evangelio de Jesucristo que debe ser predicado! Jesús es el Salvador de nuestro mundo, y solamente Él puede calmar todos los temores. Su mensaje es vida, paz, esperanza y sanidad para el espíritu, el alma y el cuerpo. ¡El Evangelio es la solución!

El libro de Lucas describe en el capítulo 4 el día en que Jesús se paró en medio de una sinagoga repleta de personas para leer del libro de Isaías. Dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:16-19). Este es “el año agradable del Señor”.

En todas las naciones abunda el número de personas esclavizadas: esclavos de todo tipo de hábitos despreciables, esclavos del pecado, de la duda y de la depresión. El diablo nunca deja a nadie en libertad condicional. En todas partes las personas están predispuestas al fracaso, tienen defectos en su moralidad, y están atadas espiritualmente, ¡pero la trompeta del jubileo ya ha sonado! El precio de su salvación ha sido pagado. Esto es lo que debemos predicar, porque las personas lo han olvidado. Se han olvidado de que Cristo vino, y de lo que eso significa realmente para nosotros.

Esta no es la era precristiana. No estamos esperando a que Cristo venga a conquistar, porque la guerra ya terminó ¡y la libertad es nuestra! Jesús abrió el reino de la libertad e hizo sonar la trompeta de la emancipación cuando gritó en la cruz: “Consumado es”. Personas que deberían tener más conocimiento están diciendo que estamos en la era “poscristiana”. ¡Como si la obra de Jesús fuera solo para un tiempo pasado! Eso, por supuesto, no es cierto. Cristo abrió las puertas de la cárcel para siempre, no durante un tiempo en el pasado. La obra de Jesús no puede ser agotada o deshecha; es la fuerza redentora más poderosa que actúa hoy en día sobre la tierra. Las puertas de la cárcel ya nunca pueden encerrar, sin escapatoria, a los seres humanos. Cuando Jesús abre una puerta, nadie puede cerrarla. “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). Entonces, ¿por qué millones de personas pasean sin necesidad por el campo de concentración del diablo? Hoy es el día del perdón. El Conquistador ha tirado abajo las puertas y la libertad ha llegado.

El escapista más famoso de todos fue Houdini, un prodigio del mundo del espectáculo. La policía lo encerraba en una celda y, mientras se alejaban, él los seguía tras haberse escapado en cuestión de segundos. Excepto una vez. Había pasado media hora, y Houdini aún seguía peleándose con el candado. Entonces llegó un policía y simplemente empujó la puerta, ¡que nunca había llegado a cerrarse! Engañaron a Houdini, que intentó abrir una puerta que ya había sido abierta.

Cristo ha conquistado el castillo del gigante llamado desesperación. Él tiene las llaves de la muerte y el infierno, y ha abierto las puertas. Entonces, ¿por qué millones sudan al intentar todos los trucos posibles para salir de su cautiverio? Se unen a sectas nuevas o antiguas religiones paganas, hacen caso a nuevas teorías y van al psiquiatra. Pero, ¿por qué? Jesús trae libertad a los hombres, y lleva tiempo haciéndolo. ¡Ese es el Evangelio! No es algo acerca de lo que se predica o se expone su contenido para discutirlo. El Evangelio no es un tema para debatir; es una proclamación de libertad. El evangelio no está sujeto a modificaciones; es un edicto obligatorio, real y divino. Algunos sistemas y teorías de libertad son cadenas en sí mismos, llenos de tareas y exigencias interminables. ¡Solo Jesús salva! Tenemos que hacer que el mundo lo sepa.

Si está usted deprimido, lo peor que puede hacer es concentrarse en su depresión. Si se siente solo, lo peor que puede hacer es enfocarse en su soledad. Y, si tiene temor, lo peor que puede hacer es enfocarse en su temor. En lugar de mirar hacia adentro, comience a mirar hacia afuera a un mundo que necesita una cura para su depresión, soledad y temor; ¡y USTED tiene la respuesta! No es un simple calmante. El Evangelio es el remedio de Dios para los problemas de los que el mundo está tan consciente en este momento. ¡No se quede callado! ¡Ahora es el tiempo de brillar!