Los siete roles del Espíritu SantoMuestra

El Espíritu Santo es nuestro regenerador

Conoce al Espíritu Santo, que todo lo puede. Él es el Espíritu de Dios. Él tiene sabiduría y poder sin límites, sin embargo, Él voluntariamente viene a vivir dentro de cualquier persona que cree en Jesucristo. Y eso significa que tenemos acceso a Su asombroso poder. Mientras reflexionaba sobre la obra del Espíritu Santo en las Escrituras y en mi propia vida, identifiqué los siete roles que desempeña.

Jesús le dijo a Nicodemo que nacemos de nuevo por el Espíritu Santo. “De cierto, de cierto, te digo,” Jesús dijo en Juan 3:5, “el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios". La verdadera conversión es lo más sobrenatural que jamás experimentaremos. Cuando una persona pone su fe en Cristo para salvación, es el Espíritu quien abre el corazón e imparte vida divina.

Luego mora en nosotros, dándonos la confianza de que ahora somos hijos de Dios. El día de hoy ninguno de nosotros sería cristiano si no fuera por el poder regenerador del Espíritu.

Si alguna vez has llevado a alguien a la fe en Cristo, sabes que es verdaderamente el milagro más asombroso que Dios puede realizar. Si estás orando por alguien para arrepentirse y entregarle su corazón a Jesús, no minimices el rol que desempeña el Espíritu Santo en este proceso.

¿Cómo sucede este milagro? Usualmente le decimos a los nuevos cristianos que Jesús vino a sus corazones en el momento en que ellos se arrepintieron de sus pecados. Pero nuevamente nuestro lenguaje limita la grandeza de una verdadera conversión.

Cuando el Espíritu Santo entra en la vida de un creyente arrepentido, ¡literalmente da nueva vida a los muertos! Así como el profeta Ezequiel vio cómo los esqueletos secos se levantaban, les salía carne nueva y respiraban de nuevo (Ez. 37), la gente que está muerta en pecado son resucitadas a una nueva vida cuando ellos creen en Jesucristo por primera vez.

Nunca olvides el poder puro de la conversión. De todas las manifestaciones del Espíritu Santo disponibles para nosotros la conversión es la más preciosa—y más poderosa. Nunca minimices el poder del Espíritu Santo para transformar un pecador.