Como ÁguilaMuestra

"Como águila"

Como hijos de Dios también somos como el águila; al igual que el águila al pasar por el proceso de renovación a través del cual sufre dolorosos cambios y al mismo tiempo como ave es dotada de nuevas fuerzas y nuevos recursos para vivir. También nosotros, cada vez que morimos a nuestra antigua manera de vivir, cada vez que morimos a usar los miembros de nuestro cuerpo para el pecado, somos también dotados de nuevas herramientas, de recursos espirituales que nos hacen más fuertes en Jesucristo.

El águila es capaz de volar a altas velocidades, sin cansancio alguno. Sus fuerzas son renovadas para volar más alto, incluso por encima de las tormentas. Como hijos de Dios también podemos volar alto, de hecho por encima de las dificultades, porque nuestra mirada no está en esas circunstancias adversas que enfrentamos, sino en Jesús. Quizá podemos sentir miedo. Sin embargo, aún con miedo determinamos enfrentar las tormentas que vivimos porque sabemos que tenemos el poder del Espíritu. Porque sabemos que no estamos solos y que si avanzamos con fe y perseverancia a pesar de las pruebas o de las aflicciones, vamos a alcanzar la victoria.

Como el águila también somos dotados con una visión sobrenatural que nos permite discernir los espíritus, comprender los tiempos que vivimos y enfocarnos en los propósitos que nuestro Padre ha establecido para nosotros. Cada área de nuestra vida va sufriendo poco a poco una transformación que hace que nos comportemos acorde a la nueva identidad y el nuevo carácter que recibimos en Jesucristo.