Como ÁguilaMuestra

"Como águila"

El águila es un ave con unas características muy especiales, entre ellas: puede alcanzar velocidades de hasta 320 kilómetros por hora. Además, cuenta con una visión que le permite ver casi cuatro veces más y mejor que el hombre. Incluso por la visión telescópica que tiene puede ver a su presa hasta a 2.000 kilómetros de distancia.

Cuando el águila ve que viene una tormenta en lugar de huir de ella, la enfrenta; lo que hace es aprovechar los vientos fuertes de la tormenta para impulsarse hacia arriba hasta sobrepasar la tormenta y quedar por encima de ella volando apaciblemente. De esta forma, su avance no es truncado y aunque le resulta difícil lograr esta hazaña, lo hace con perseverancia hasta lograr su objetivo. No se asusta ni se amedrenta con la tormenta; por el contrario, la usa en su favor para volar más alto.

Hasta aquí, podemos ver cómo el proceso de renovación y estas características que describen al águila, son instrumento de aprendizaje y edificación para nosotros como hijos de Dios. Ese proceso de renovación que empezamos a sufrir, porque duele, una vez que somos sellados con el Espíritu Santo gracias a Jesucristo, se asemeja un poco al proceso de renovación que decide pasar el águila para lograr vivir más años.

Una vez que nosotros somos sensibles al llamado de Dios para ser como Jesús; nuestra vieja y pesada manera de vivir es dejada atrás. Y, como el águila, empezamos a ser transformados y renovados área por área por el poder del Espíritu Santo. Este proceso también es doloroso. Especialmente, cuando se trata de aquellas áreas a las que nos cuesta morir para poder vivir la vida nueva conforme al carácter que nos es modelado por Jesús.