Cuando Hacer Felices a Los Demás Te Hace Sentir MiserableMuestra

No se necesita aprobación

En el punto álgido de la pandemia de coronavirus, nuestro hijo adulto tuvo que regresar repentinamente a Estados Unidos desde Australia, donde había estado viviendo con un visado de trabajo. Nos alquiló una habitación durante unos meses hasta que pudo dar el siguiente paso en su vida.

Pronto vimos que el correo dirigido a él llenaba nuestro buzón. Como miembro de la Generación Z, se convirtió en un cliente potencial de casi todas las compañías de tarjetas de crédito existentes, muchas de las cuales ofrecían un tipo de interés inicial del 0 % sin cuota anual. En los sobres de estas ofertas estaba estampada esta frase en letras grandes y llamativas NO SE NECESITA APROBACIÓN. Ahora bien, ¡si nosotros, los seguidores de Cristo, entendiéramos este concepto en nuestras interacciones con los demás!

Buscar constantemente la aprobación de los humanos lleva a complacer a la gente. Hace unos años, me di cuenta de que no solo me gustaba complacer a la gente, sino que también les tenía miedo. Tal vez no tenía miedo de que hicieran algo que me dañara, pero sí de lo que pudieran pensar de mí. O miedo a lo que dirían de mí. O miedo a decepcionarlos. Y así, caí en la trampa de complacer a la gente, ¡a lo grande!

Proverbios 29:25 (nbla) declara: «El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el Señor estará seguro». Quizá conozcas el sentido de la palabra «lazo» en español. Significa «una trampa», como las que se ponen para atrapar a un animal. Pero la palabra, tal como se usa, tiene una connotación que va mucho más allá de la captura de animales.

En el original hebreo, la palabra traducida al español como trampa es la palabra moqesh. Moqesh no significa solo una trampa para la presa, sino que también implica el concepto de cebo o señuelo. Indica un animal, un objeto o una persona que es tentadora, que hace que otra persona deje de hacer lo que está haciendo y se introduzca en una situación peligrosa debido al «premio» que se le ofrece. Y antes de que se den cuenta, ¡quedan atrapados!

¿Alguna vez te has visto tentado a decir algo que no querías decir realmente para ganarte la aprobación de alguien? Ya sabes, ¿hacerle un cumplido falso a tu compañero de trabajo o alabar la nueva y enorme estatua de jardín de tu vecino, que a ti no te interesa, pero con la que él está obsesionado?

¿Te sientes tentado a decir que sí cuando preferirías decir que no para evitar la incomodidad de rechazar a quien te lo pide? ¿Hay alguna relación en tu vida en la que se tira constantemente de la cuerda del corazón? Y quizás, lo peor de todo, ¿hay alguien con quien tienes una relación disfuncional, y temes entristecerle o enfadarle, por lo que constantemente muerdes el anzuelo y cedes, solo para obtener su aprobación?

Si has respondido afirmativamente a alguna de las preguntas anteriores, entonces tú, amigo mío, has sido atrapado en un moqesh.

Entonces, ¿qué debemos hacer para liberarnos de esta trampa? Nos liberamos cuando nos damos cuenta de que no necesitamos constantemente la aprobación de los demás. Ya tenemos asegurada la mayor aprobación de todas: la de ser hijo del Dios Altísimo. Es él quien puede concedernos el valor de resistirnos a ser atrapados.

Segunda Timoteo 1:7 dice: «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio». Aprovechemos este espíritu de valentía, aprovechando su poder para amar verdaderamente a las personas siendo honestos con ellas, y tomar dominio de nuestras mentes para recordar que ya tenemos la aprobación de Dios, por lo que no necesitamos buscarla en los demás.

¿Te atreverás a empezar a tomar decisiones basadas en lo que Dios quiere que hagas en lugar de basarte en si alguien más lo aprueba? Podemos aprender a confiar nuestras vidas a Dios, dando respuestas que se alineen con Su Palabra, llevadas a cabo con confianza, no con timidez.

Responder

¿Cómo se aplica la imagen de una trampa a las situaciones en las que te sientes tentado a complacer a alguien o a ganar su atención o aprobación?

Cuando, en el futuro, tengas la tentación de tomar decisiones para ganar la aprobación de alguien, ¿qué te acordarás de Proverbios 29:25 sobre el temor al hombre?

Oración

Padre, por favor evita que caiga en la trampa de complacer a la gente buscando constantemente la aprobación de los demás. Recuérdame lo mucho que ya soy amado y apreciado por ti. En el nombre de Jesús, Amén.