El Desierto, Dios Y YoMuestra

El Llamado De Dios Al Desierto

"Pero luego volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y allí le hablaré tiernamente" (Oseas 2:14)

Dios muchas veces tiene que sacarnos de la comodidad de nuestras vidas en cualquier área para hablar a nuestro corazón. A veces necesitamos pasar por un período donde la soledad nos haga encontrarnos con Él o la quietud nos obligue a escucharlo más que a nuestra voz interna o la de otros.

Los Israelitas sabían de Dios en Egipto y estaban esperando por la promesa de la libertad pero fue en el desierto donde ellos conocieron a Dios, conocieron de Su poder, Su grandeza, Su soberanía y Su santidad.

Fue también ahí donde el lado más oscuro de ellos fue puesto al descubierto.

Dios no quiere vernos sufrir en ese lugar, Él quiere que contemplemos y vivamos experimentando Su favor y Su amor revelado como Padre en cada detalle de Su provisión.

Nuestro corazón y nuestra humanidad son puestos a prueba bajo la lupa de los propósitos y designios de Dios para nuestras vidas en el desierto. Pero así también nuestro espíritu es vivificado por Su presencia constante.

El salmista hace en lo personal una de las oraciones más poderosas que podría llevarnos a tener la actitud y el corazón correcto en nuestro caminar con Dios, una oración que nos dispone más a esa conversación tierna a la que se refería Dios al decir que hablaría tiernamente a Israel en el desierto. El Salmista dijo: "Examíname oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos y vé si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno". (Salmos 139:23-24)

Para nosotros “desierto” es igual a prueba, para Dios “desierto” es un punto de encuentro con los suyos, ¡con los que ama! Considérate privilegiado cada vez que tu corazón esté siendo llevado a este lugar, ahí Dios te está formando; ahí Dios te lleva a una dependencia hacie Él, te enseña que todas las cosas ayudan a bien a los que le aman. Ahí es donde Él se muestra de una manera poderosa y sobrenatural.

Si nos entregamos a los designios del cielo en cada desierto que nos toca transitar, estaremos cada vez más cerca de Su voluntad y cumpliendo Su propósito para con nosotros. Estaremos plenos.

Quizás estés pasando por un período de prueba, de incertidumbre, de ansiedad porque no sabes que va a pasar en el futuro. Te animo a que entregues completamente a Dios todo sentimiento o pensamiento que te esté distrayendo de ver todo lo que Dios HOY esta haciendo a tu favor. Decile, Señor examíname, conoce mi corazón, guíame por el camino correcto, eterno.

El desierto es el camino a tu tierra de bendición. ¡No desmayes!

Oremos

Señor gracias por que hoy una vez más experimentaré Tu poder, Tu provisión, Tu gracia y Tu fortaleza. Gracias porque no te has dado por vencido conmigo. Examíname y hazme entender y comprender Tu voluntad en mi vida. Háblame tiernamente una vez más.