Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Información del Plan

Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 9)Muestra

 Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 9)

DÍA 3 DE 5

Disciplina 


Tal vez llegaste al tercer día de tu nuevo plan de ejercicios o incluso ocho días después de tu nuevo plan de alimentación o plan de lectura bíblica de un año. Entonces, la vida llego con sus afanes y no lograste continuar con tu plan. Tal vez renunciaste a la Coca-Cola o Sprite, pero el antojo te dominó y cediste. O ibas a dejar de decir "esa" palabra, pero se te escapó de los labios. No querías rendirte. Tu "querer" simplemente se rindió y fue demasiado difícil continuar.


¿Cómo podemos superar nuestra debilidad para seguir adelante y aferrarnos a las cosas que sabemos que son lo mejor para nosotras?


Disciplina. uff. No somos muy buenas en eso. Lo intentamos y lo intentamos, pero nuestras mejores intenciones toman vuelo.


En 1 Corintios 9:27, Pablo habla de golpear su cuerpo, disciplinarlo en la sumisión y obediencia al Espíritu Santo y convertirlo en su esclavo. Está entrenando a su cuerpo para que adopte un nuevo comportamiento.


La palabra griega traducida disciplina en este versículo es en realidad tan fuerte que su significado literal es golpear tu cuerpo hasta que se ponga negro y azul. Ay. Esa es una disciplina dura. Cuando Pablo se da cuenta de que él es la morada de Dios, en cuerpo, alma y espíritu, le dice a su cuerpo lo que debe hacer y no permite que su cuerpo decida por él.


Tenemos esta misma oportunidad, pero somos estudiantes débiles que carecen de autocontrol. Ser una persona disciplinada va en contra de nuestra naturaleza de autoprotección y tranquilidad. Al resistirnos a infligir dolor a nuestros propios cuerpos, nos damos por vencidos. Nuestros planes no duran.


Levantarte temprano para leer tu Biblia no es divertido cuando has estado despierta con uno o tres niños en la noche. Es doloroso tener que salir de una cama caliente cuando finalmente duermes bien. Esos dulces son una recompensa después de un día duro, ¡y una Coca-Cola sabría tan bien! Renunciamos al ejercicio cuando nos duele, y un burpee más es más de lo que podemos imaginar.


Pero ser Su discípulo significa que sufriremos. Sufrir con él es la vocación radical y la opción de ser recreadas a su semejanza. (2 Timoteo 2:12; Filipenses 1:29)


¿No sería reconfortante pensar que, dado que Jesús tomó nuestros pecados y fue golpeado físicamente, no tendremos que pasar por una "paliza" física, una disciplina de nuestros propios cuerpos? Esto no es lo que nos dicen las escrituras. (1 Pedro 4: 1-2)


Pero, ¡hay buenas noticias para ti y para mí! No estamos solas. El dominio propio es un fruto del Espíritu de Dios que vive en nosotras. A través de una relación amorosa y viva, y un corazón dispuesto a agradarle, nuestra capacidad de convertirnos en una persona disciplinada adquiere un nuevo significado. La disciplina se vuelve tangible porque es la respuesta voluntaria de un corazón completamente vuelto hacia Él. Ya no estamos trabajando en la superación personal, porque nuestro corazón cambiado crea una mente cambiada. Tenemos Su habilidad: Su Espíritu Santo autorizó el autocontrol para seguir adelante en obediencia.


Nos honramos a nosotras mismas y a nuestro Rey cuando nuestra disciplina proviene de adentro, afectando el cambio en el exterior. Es un sufrimiento voluntario para convertirnos en todo lo que Él nos ha llamado a ser.


Honestamente, este tipo de sufrimiento al que tan a menudo resistimos es trivial en comparación con aquellos que han dado su vida en lugar de negar a Jesús.


Dejemos de castigarnos a nosotras mismas por nuestros fracasos. Más bien debemos estar dispuestas a acabar con nuestros antojos y pereza y someternos a lo que Él realmente nos ha llamado a ser: mente, alma y cuerpo. Debemos estar dispuestas a hacer el trabajo duro.


La autodisciplina, ser Su discípulo, es alinearnos con un conjunto de principios que tienen un gran propósito. Convertirse en una persona disciplinada no solo decide nuestro futuro, también determina la calidad de nuestra vida hoy.


Ser disciplinada. Él está ahí contigo, dándote el poder y la capacidad de continuar, incluso cuando sea difícil.


Padre. Estas palabras me sacuden. Conoces mis tendencias a empezar algo y dejarlo. Me doy cuenta de que mis elecciones afectan mi futuro y mi presente, y son un ejemplo para mis hijos. Mis elecciones muestran lo que creo acerca de ti y me arrepiento de mi pereza y falta de preocupación. Sé que soy Tu hija y elijo representarte bien. Ahora mismo, me someto y someto mis excusas voluntariamente a ti. Escribiré valientemente la fecha de hoy como un marcador del día en que elegí entregarme toda, incluso en mis áreas más débiles, y se lo diré a alguien para que pueda responsabilizarme. Que mis deseos se conviertan en Tus deseos de que yo sea todo lo que Tú me has creado para ser. ¡Estoy emocionada por la libertad que tendré!







Día 2Día 4

Acerca de este Plan

 Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 9)

Ánimo para madres, de una mamá que crió a sus 7 hijos y vivió para contarlo. Esta es la parte 9 de 12 devocionales en estas series por Robin Meadows. ¡Gracias Juanitta Fernández Pastor por esta traducción!

Nos gustaría agradecer a Robin Meadows por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.instagram.com/manymeadows

YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad